Papá, mamá, ¡Quiero una mascota!

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Laura preguntó sobre
Psicología infantil

Papá, mamá: ¿Son compatibles los niños con una mascota (o más) en casa?

Es habitual que los niños a partir de los tres años aproximadamente pidan tener una mascota en casa. Lo más habitual es que pidan un perro pero hay múltiples opciones como gato, hamster, jerbos, conejos, cobayas, pájaros, tortugas, reptiles, peces...

Una mascota, sin embargo, además de proporcionar cariño y ofrecer un gran número de ventajas que analizaremos posteriormente, exige cuidados, un gasto extra y una serie de responsabilidades que habrá que valorar seriamente antes de decidirse.

Es importante tener en cuenta, ante todo, que la mascota NUNCA será del niño, sino del adulto.

El niño, en función de su edad podrá colaborar en sus cuidados, pero la responsabilidad total recaerá sobre el adulto, así como el gasto que representa la atención veterinaria, el pienso, etc.

Además habrá que valorar las limitaciones que presenta el tener mascota a la hora de irse de vacaciones. Abandonar a la mascota en vacaciones no es una opción. Además de suponer una crueldad para el animal, puede suponer un trauma para el niño.

Por todas estas razones aconsejamos no ceder a la incorporación de una mascota al hogar como capricho del niño, sino como una decisión consciente y consensuada, con la correspondiente asunción de responsabilidades.

Tener mascota en casa puede ser altamente beneficioso para los niños. Descúbrelo en el nuevo post de www.psicologodemadrid.org¿Cómo se comportan los niños con las mascotas?

Veamos cómo interactúan los niños, con las mascotas (principalmente perros) en función de sus edades:

- Hasta los 3 años a los niños les cuesta identificar al animal como tal. Lo tratan como a otro de sus juguetes y no son capaces de respetar su espacio, o de asumir responsabilidades con plena conciencia. Les dan de comer o les cepillan por diversión propia, no porque identifiquen la necesidad ajena.

- A partir de los 4 años es cuando los niños pueden empezar a colaborar de forma consciente en el cuidado de la mascota. Pueden incluir algunas tareas como parte de sus propias rutinas, pero siguen teniendo una base naturalmente egoista, por lo que antepondrán sus necesidades o apetencias a las de la mascota.

- A los 6 años es la edad idonea para incorporar un perro a casa en caso de no tenerlo ya (otras mascotas se pueden incorporar antes). Los niños son capaces de empatizar con el perro y de asumir las responsabilidades más exigentes como por ejemplo salir a pasear, recoger los excrementos, bañarle, dosificar la comida etc.

¿Qué ventajas representa una mascota?

Hemos visto algunos de los inconvenientes para los adultos de incorporar una mascota al hogar (responsabilidades, gasto extra, limitaciones para las vacaciones), pero veamos ahora las ventajas para todos los miembros de la familia:

- Unión familiar: si se trata de una decisión consensuada y las responsabilidades se comparten, se creará un nexo de unión entre cada miembro de la familia y la mascota y se favorecerá el sentimiento de pertenencia, la compenetración, l aunión, el compromiso y el apoyo mutuo entre la familia.

- Fomenta la actividad física y la salud: jugar con una mascota, así como sacarla a pasear es incompatible con actividades sedentarias (ver la televisión, jugar con los videojuegos). Para los más pequeños tener un animal (sobre todo perro) en casa favorece su desarrollo psicomotor (arrastre, gateo, deambulación, búsqueda de objetos, lanzamiento...). Numerosos estudios demuestran que convivir con un animal de pelo desde el nacimiento previene la aparición de alergias, de asma y rinitis, así como fortalece el sistema inmunológico de los pequeños.

- Asunción de responsabilidades: el niño aprenderá de forma natural las necesidades de la mascota y se encargará de atenderlas. Esta asunción de responsabilidades implica compromiso y se puede hacer extensible a muchos otros ámbitos de la vida cotidiana (tareas escolares, tareas domésticas, etc.)

- Crecimiento psicológico y desarrollo emocional: convivir con una mascota favorece el nacimiento de la empatía en el niño: entender los estados de ánimo del animal y a la vez sentirse comprendidos es de gran ayuda para su desarrollo afectivo. El hecho de que el niño asuma responsabilidades le permite afianzar su autoestima, fortalecer su autoimagen y su autoconcepto, mostrarse más seguro frente a los demás y por lo tanto desarrollar con mayor soltura las habilidades sociales básicas. Sacar a pasear al perro, además, suele implicar conocer a otros niños o familias que también tienen perro y con las que compartir experiencias y espacios.

- Aprendizaje del ciclo vital: al tener una mascota en casa, los niños aprenden de primera mano el ciclo vital de los seres vivos. Experimentar el crecimiento, la reproducción, la enfermedad y/o la muerte en una mascota sirve de aprendizaje para afrontar estos mismos hechos en familiares o amigos.

Una mascota puede ser un estupendo compañero de juegos para los niños. En www.psicologodemadrid.org te explicamos los beneficios de tener mascota.

¿Qué mascota elegir?

Hasta aquí hemos visto los inconvenientes y las ventajas de tener mascota y cómo reaccionan los niños en función de su edad. Vamos a analizar por último algunos datos a tener en cuenta a la hora de elegir mascota:

- PERRO: es el animal de compañía por excelencia, pero es el que supone un gasto mayor y mayores sacrificios (sacar a pasear, vacaciones...) y en pisos pequeños no es recomendable. En el caso de elegir un perro como mascota, es recomendable elegir razas medianas o grandes. Las pequeñas son más frágiles y al saberse vulnerables pueden huir o ladrar al niño, además los niños pueden hacerles daño sin querer. Los perros de razas medianas y grandes suelen ser más pacientes con los niños. Las hembras además suelen ser más tolerantes. En un refugio de animales o en cualquier centro veterinario podrán asesorarte sobre cada raza, sus peculiaridades y la idoneidad para tu familia.

- GATO: necesitan menos cuidados, pero también son más independientes y revindican su espacio y sus tiempos. Son cariñosos y juguetones cuando a ellos les apetece, por lo que no son recomendables para niños demasiado pequeños o poco pacientes.

- HAMSTER O JERBOS: Ocupan poco espacio y son fáciles de cuidar. Óptimos para pisos pequeños. Hay que tener cuidado pues al ser pequeños también son frágiles. Los jerbos son más juguetones y curiosos, además se pueden tener por parejas porque no se pelean entre sí (los hamster sí). Cuidado con la reproducción, pues nacen varias crías en cada camada y cada poco tiempo.

- CONEJO O COBAYA: más grande que los hamster, más fácilmente manipulables por niños más pequeños. Tienen mayor esperanza de vida pero requieren más espacio y más cuidados.

Esperamos que el post haya resultado util. ¡Esperamos tus comentarios en www.psicologodemadrid.org!

Un gato como mascota es apto solo para los niñosmas tranquilos y respetuosos. Los gatos requieren menos cuidados pero son mas ariscos e independientes. www.psicologodemadrid.org

15 de octubre de 2015   Comentar

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