Silvia Santana preguntó sobre
Psicología infantil
El miedo a la oscuridad se considera un temor que aparece habitualmente en las etapas iniciales infantiles de los 3 a 6 años, que suele ser pasajero y por el que no tenemos que preocuparnos en principio. Es un temor evolutivo que debe ser tenido en cuenta si a medida que pasa el tiempo el temor persiste, aumenta o cada vez el niño va tomando más medidas protectoras hasta el punto de tener muchas limitaciones para un buen descanso él solo como dejar luces encendidas, ruidos tranquilizadores, puertas abiertas o insistir para dormir acompañado.
¿Cómo actuar como padres? Nos surgen muchas dudas, si quedarnos a su lado hasta que se duerma, si dejar las luces encendidas, si es mejor que hasta que se le pase duerma con nosotros… A continuación os dejo unas pautas para facilitaros el apoyo y si la situación se mantiene, antes de que evolucione a una fobia se recomienda solicitar ayuda a un profesional especializado.
- No reforzar sus miedos. Evitar dejarse llevar por sus miedos y generar historias o juegos entorno a la posible existencia de elementos fantásticos que le den miedo. Cuando le decimos: “Me voy a asegurar de que no hay monstruos en el armario” estamos dejando en el aire que puede ser posible que exista algún ser irreal que este ahí. Debemos de dejarle claro que es imposible que haya un monstruo en su armario para que no piense que si un día no estás tú y si le aparece no podrá controlarlo.
- Potenciar una rutina relajante antes de irse a la cama. Es importante generar un ambiente tranquilo, que no vea películas violentas o noticias para adultos, que no esté haciendo ejercicios de clase hasta tarde, evitar conflictos en casa entre adultos, que tome refrescos o chucherías…Además podemos potenciar momentos con ellos como leerle en la cama, que se dé un baño caliente, tomar un vaso de leche, dejar todo preparado para el día siguiente, apoyarnos en alguna mascota para que la acaricie y pase tiempo con él, preguntarle por sus preocupaciones del día… Cuanto más relajados estén tus niños antes de irse a la cama, menos ansiedad sentirán al quedarse a oscuras. Que nos vea tranquilos cuando le dejamos en la habitación y no con prisas por apagar la luz y dejarles solos.
- Conseguir que no se avergüence de su miedo. Hacerle ver que es algo habitual que le puede pasar a otros niños, no ocultarlo delante de otros familiares o que a nosotros se nos vea muy tensos o preocupados por ello. Enseñarle a que todos nosotros tenemos nuestros propios miedos y no hay nada de malo en ello simplemente hay que dar pasos para superarlo.
- Pide ayuda si es necesario. En ocasiones la situación nos supera y no somos capaces de conseguir evolución en nuestro hijo. Si el niño llega a mojar la cama, no quiere irse a dormir y se acaba acostando tarde, si llega a llorar por sus miedos o si se despierta a media noche es mejor facilitar otro tipo de apoyo especializado que os ayude a todos. Consulta especialistas en psicología infantil en Madrid, en Barcelona o en la ciudad dónde te encuentres.
17 de febrero de 2016 Comentar