"El paciente con ortodoncia debe elegir alimentos lo menos traumáticos posible para su dentadura y musculatura bucal. Se recomiendan los alimentos suaves y de fácil masticación. Especialmente en los primeros días, el paciente debe tomar los alimentos a modo de puré, al estar triturados le resultará más fácil su ingesta."
Eva María Ramírez Mingorance es Licenciada en Odontología, titulada por la Universidad Complutense de Madrid, además cuenta con un Máster en Endodoncia y en Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial. Es Doctora en Odontología legal y forense. Forma parte del equipo de la Clínica Dental Reina Victoria, como especialista en ortodoncia, endodoncia y estética dental, desde la fundación de dicho centro.
La ortodoncia con la que se consiguen resultados en un tiempo más breve, es la denominada de baja fricción.
La ortodoncia de baja fricción es un tratamiento de última generación, que aporta importantes mejoras en comparación con los tratamientos de brackets tradicionales.
Con este tipo de ortodoncia se logra mover las piezas dentales más rápidamente. Además, la fuerza utilizada para conseguirlo se reduce, por lo que disminuyen también los dolores y molestias ocasionadas.
En función de la edad que tenga el paciente, el objetivo del tratamiento de ortodoncia será distinto. Cuando se trata de un paciente infantil, el objetivo planteado será, o bien evitar un problema de oclusión en el futuro, o estimular el crecimiento del hueso maxilar y de la mandíbula, en los casos en los que se presente una diferencia de posición o tamaño en dichas estructuras óseas.
Cuando el niño alcanza la adolescencia, a partir de los doce años de edad, el objetivo del tratamiento ortodóntico cambia, ya no se centra en el desarrollo de los huesos, sino en la colocación de los dientes para corregir un problema de oclusión, para lograrlo pasamos a un tratamiento con brackets o de ortodoncia invisible.
Cada paciente es diferente, por lo que los tiempos de tratamiento también lo son. De forma general podemos decir que los tratamientos de ortodoncia tienen una duración media de 18 meses. Algunos tratamientos son más cortos, con una duración de 12 meses, mientras que en otros casos más complejos, debe mantenerse la ortodoncia hasta los 24 meses.
El paciente con ortodoncia debe elegir alimentos lo menos traumáticos posible para su dentadura y musculatura bucal. Se recomiendan los alimentos suaves y de fácil masticación.
Especialmente en los primeros días, donde el dolor en la boca es más intenso y pueden aparecer llagas, el paciente debe tomar los alimentos a modo de puré, al estar triturados le resultará más fácil su ingesta.
Se aconseja también cocer los alimentos, ya que al cocinarlos de esta forma, se ablandan y el trabajo de la dentadura será mínimo. En el caso de las frutas, optar por cortarlas en pequeños trozos, o cocinarlas antes de comerlas.
En cuanto a las carnes, se recomienda elegir las menos fibrosas, como el pollo o el pescado, ya que además de ser más fáciles de masticar, evitaremos que se queden restos entre los brackets que resulten difíciles de eliminar con el cepillado.
Al colocar la ortodoncia el paciente no sentirá dolor. Puede resultar ligeramente molesto, ya que es necesario que mantenga la boca abierta durante unos minutos.
Después de colocar el aparato, es posible que al principio el paciente sienta incomodidad en la boca, ya que se trata de un elemento extraño al que no está acostumbrado. En algunos casos pueden aparecen ulceraciones, para contrarrestarlo, se prescribe el uso de enjuagues bucales y cera de ortodoncia.
Cuando se realizan los ajustes de la ortodoncia en la consulta, el paciente puede sentir molestias. El dolor varía en cada paciente, pero en ningún caso es incapacitante, por lo que puede seguir realizando sus actividades diarias con normalidad. Para aliviar el dolor se puede prescribir un analgésico que no interfiera con el proceso de reajuste dental.
La endodoncia se recomienda cuando la pulpa de la pieza dental se encuentra afectada de forma irreversible, ya sea por una caries o a causa de un traumatismo. En estos casos la sensibilidad dental aumenta. Esta afectación de la pulpa dental puede provocar dolor intermitente o constante, también es posible que se produzca un cambio de coloración en el diente, o la aparición de un flemón.
También se aconseja recurrir a una endodoncia en dientes que presenten lesiones periodontales, o en aquellos que, antes de colocar coronas o puentes dentales, requieren tallados exhaustivos.
Para realizar una endodoncia se aplica anestesia local. Al terminar el tratamiento, y una vez que hayan pasado los efectos de la anestesia, el paciente podrá retomar su actividad diaria normal sin sufrir ningún tipo de molestia.
Es posible lograr una durabilidad de más de 20 años, siempre que el tratamiento de endodoncia sea realizado por un buen especialista, con una buena técnica, y utilizando los mejores materiales y equipos.
Se considera que una endodoncia ha sido realizada con éxito cuando su durabilidad alcanza los 10 años.
Actualmente no existe un tratamiento alternativo, cuando nos encontramos ante un diente infectado, solo hay dos opciones: retirar el diente, o realizar una endodoncia.
Tras el tratamiento de endodoncia, se recomienda a los pacientes tener mayor cuidado con los alimentos que ingieren, ya que el diente tratado se encuentra más débil. Colocar una férula o una corona dental, puede ser una buena ayuda complementaria para proteger el diente.