"Halliwick es un concepto de aprendizaje de la natación. Comenzó en Reino Unido en la década de los cuarenta cuandog James Mc Millan, que se interesó en enseñar a nadar a unas niñas con discapacidad de todo tipo.Este programa identifica las diferentes etapas que hay que pasar para conseguir una natación, pero lo hace fácil para aquellas personas condiferentes grados de capacidad."
Isabel Gaviña Barroso es fisioterapeuta y Responsable de fisioterapia neurológica – Halliwick de Premium Madrid. Egresada de la Universidad Pontificia de Comillas, actualmente es Coordinadora de Fisioterapia Neurológica de la Universidad Europea de Madrid.
Premium Madrid es un centro orientado a la rehabilitación de los pacientes mediante el trabajo interdisciplinar. El objetivo de su trabajo es ayudar en la recuperación de la movilidad evitando el dolor. En los centros de Premium Madrid los médicos, fisioterapeutas, podólogos, entrenadores, nutricionistas y psicólogos, trabajan en equipo en miras a mejorar la salud de los pacientes que acuden a consulta.
¿Por qué decidiste dedicarte a la Fisioterapia, y especializarte en terapias para niños con Parálisis Cerebral Infantil (PCI)?
La fisioterapia llegó a mi vida por casualidad, estudiaba la opción de ciencias, y al investigar sobre las diferentes opciones dentro del campo de la sanidad. Fisioterapia era una disciplina exigente, pero a la vez establecía lazos entre el profesional y el paciente. No eran relaciones temporales o visitas cortas, y ese vínculo fue el que me hizo de decidirme.
La terapia con niños también fue un regalo que no esperaba. En mi sengundo año en la universidad pensaba que toda la fisioterapia era traumatología y aunque me gustaba no me veía en ese mundo. Ese mismo verano tuve la suerte de colaborar en un proyecto de cooperación con los Hermanos de San Juan de Dios en varios hospitales de Perú, la especialidad era la neurología infantil, que yo no sabia ni que era, así que fui voluntaria a ver trabajar a diversos fisios para estar algo formada… y ¡Ahí encontré mi sitio!.
No tenía ni idea de lo que estaban haciendo y me parecía fascinante. Esos niños tenían posibilidades gracias a “el equipo” y yo podía ser parte fundamental como fisioterapeuta de ese grupo de terapeutas.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia a los niños con parálisis cerebral infantil?
La parálisis cerebral infantil es un trastorno no evolutivo, debido a una lesión a nivel cerebral, por ahora incurable, pero que sus síntomas pueden mejorar. Se caracteriza por expresarse de manera muy diferente en cada niño, por ello, es complicado de identificar si no eres experto del tema, pero tiene en común que todos los niños tienen una alteración motora y sensorial, en menor o mayor grado, y pueden tener otros problemas asociados dependientes directamente de la lesión.
La fisioterapia neurológica se convierte en la principal herramienta de trabajo para poder superar sus dificultades. Es el “medicamento” necesario y específico para mejorar las funciones sesorio-motoras (a cualquier nivel) y crear en ese cerebro dañado canales nuevos de aprendizaje. El fisioterapeuta manda información a través del trabajo que realiza con el paciente al cerebro y este se va archivando para luego crear movimientos más ajustados, coordinados… y así, día a día, mejora sus capacidades para adaptarse a las exigencias a la vida diaria.
Una de las terapias más exitosas es el llamado Método Halliwick ¿En qué consiste?
Halliwick es un concepto de aprendizaje de la natación. Todo empezó en el Reino Unido en la década de los cuarenta con la ilusión de su precursor, James Mc Millan, que se interesó en enseñar a nadar a unas niñas con discapacidad de todo tipo.
Desde entonces hasta el momento actual ha evolucionado muy positivamente, estando presente en multitud de países y avalado por grandes profesionales a través de la International Halliwick Association, cuya función es velar por la formación de aquellos que les interese y la investigación científica, entre otras actividades.
La base del Concepto sigue siendo la misma puesto que el objetivo en si mismo es aprender a nadar y para ello es fundamental: conocer profundamente los principios de la física del agua y sus efectos en el ser humano y en segundo lugar una capacidad de reconocimiento de juego como metodología del aprendizaje en las primeras etapas de vida. Hasta aquí, la singularidad de Halliwick no se aprecia en comparación con otras disciplinas acuáticas, aunque sin estos conocimientos no puedes aplicar correctamente lo que es la clave de Halliwick: El programa de 10 puntos.
Este programa identifica las diferentes etapas que hay que pasar para conseguir una natación, pero lo hace fácil para aquellas personas condiferentes grados de capacidad. Cada punto se puede descomponer en un millón de grados de dificultad y el terapeuta tiene que tener la habilidad de identificar en que nivel se encuentra el nadador y que tarea es la más adecuada para que adquiera una capacidad más competente.
Además, no podemos quedarnos en la adquisición de un deporte, la natación, sino que con los conocimientos previos adecuados, fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional… podemos ofrecer una terapia a nuestros pacientes.
Podemos resumir que hay varias modalidades que discurren para un mismo fin, nadar, pero que el camino a recorrer puede enfocarse según las necesidades del paciente.
Desde la fisioterapia, el Concepto Halliwick, es revolucionario aunque se inventase hace ya más de sesenta años, puesto que utiliza el juego para llamar la atención del niño (muy de vanguardia en el colectivo educativo) y que participe activamente de la terapia y, a la vez, se beneficia de los efectos del agua (presión hidrostática, flotación, viscosidad…) y hace que desarrollen movimientos que en otras condiciones son difíciles de una manera lúdica. Resumiendo: si tienes la base del programa de 10 puntos, eres experto en la patología del paciente (y por lo tanto unos objetivos basado en una valoración), y tienes conocimientos de pedagogía y de los principios físicos del agua, en ese momento, comienzas a hacer terapia y muy diferente a lo que los pacientes están acostumbrados.
¿Cuáles son los beneficios que aporta el Concepto Halliwick para los niños con PCI?
En primer lugar se sale de la monotonía del tratamiento en colchoneta estimulando al paciente en un entorno distinto, donde sigue recibiendo un tratamiento orientado a sus objetivos pero de una forma especial.
La parálisis cerebral infantil tiene, como comentaba, como principal problema el trastorno sensorio-motor. Su capacidad para adaptar la respuesta del movimiento a los distintos estímulos no es siempre adecuada con lo que exige las diferentes tareas y al final nuestros pacientes acaban utilizando los recursos que tienen y, pueden hacerlo creando patrones de movimiento inadecuados. En parte, todo ello se debe a la lucha del ser humano por antigravitarse y caminar. En el agua la gravedad cambia por los efectos fuerza de flotación y pueden hacer movimientos y posturas que en tierra son incapaces. Por lo tanto, nos beneficiamos de la experiencia de conseguir movimientos nuevos y con menos esfuerzo. A la vez los pacientes experimentan y aprenden patrones de movimiento que en otras condiciones no desarrollan, favoreciendo la coordinación motora, mejorando sus condiciones musculares y sensoriales, y además la autoestima mejora junto a su independencia.
El Concepto Halliwick implica una actividad física constante, por lo que mejora el sistema circulatorio, las capacidades respiratorias y se incide directamente sobre dos posibles secuelas: el sobrepeso y el sedentarismo, consecuencias en muchos casos de la falta de movilidad, que obliga a estar en silla de ruedas a este colectivo durante largos periodos.
¿Es importante el trabajo multidisciplinar en la aplicación de esta terapia?
El trabajo en equipo es la base de la neurorehabilitación. No hay manera de abarcar un paciente un único profesional, la PCI tiene una comorbilidad muy alta, por ello el abordaje es muy amplio pero los objetivos deben ser comunes. De ahí la importancia del trabajo multidisciplinar. El paciente está en sesión un corto espacio de tiempo y tenemos que obtener un alto rendimiento, por lo que todos los que formamos parte de ese barco tenemos que remar en la misma dirección y en coordinación con la familia. El fisioterapeuta tiene que saber como comunicarse con el niño por las pautas de su logopeda y el profesor, que objetivos persigue el neurólogo con la toxina botulínica (por ejemplo), opina cuando el TO junto al ortopeda confeccionan una silla, necesita saber que oye, que ve… y sin un equipo bien cohesionado esto no es posible y es a la vez fundamental.