"Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer el suelo pélvico antes del parto. Son sencillos de realizar una vez localizada la zona y la acción de la musculatura del suelo pélvico. Así mismo, un ejercicio general de fortalecimiento y flexibilización de todo el cuerpo ayudará a estar preparada para el momento del parto"
María Rodríguez Paños es fisioterapeuta en Centro Clínico Betanzos 60. Está especializada en suelo pélvico y preparación al parto. Forma parte de un equipo médico de alto nivel, que ofrece a sus pacientes una atención integral para el cuidado de su salud.
Durante el embarazo la musculatura y los ligamentos se ven sometidos al efecto de la relaxina, una hormona liberada en este periodo para hacer más flexibles todas las estructuras de cara al parto. Por eso y por el peso que va cogiendo el bebé dentro del útero, el suelo pélvico sufre una distensión progresiva que culmina al dar a luz.
Principalmente los ejercicios de Kegel. Son sencillos de realizar una vez localizada la zona y la acción de la musculatura del suelo pélvico, pero esto no siempre es tan sencillo. La ayuda de una persona especializada te permitirá aprenderlos correctamente y realizarlos posteriomente en el domicilio con regularidad.
Así mismo, un ejercicio general de fortalecimiento y flexibilización de todo el cuerpo ayudará a estar preparada para el momento del parto, que para afrontarlo lo mejor posible requiere unas pautas de ejercicio terapéutico dirigido.
El dolor pélvico que se padece en el embarazo puede venir derivado por varios factores. Uno de ellos es el aumento de la ya citada hormona relaxina que tiene un pico de segregación entre las semanas 10-14, luego se estabiliza, y vuelve a elevarse en el momento del parto.
Los picos se correlacionan con dolores en el pubis o calambres vaginales. En estos picos de necesita más tono por lo que conviene hacer más ejercicio, y sobre todo, saber qué tipo de ejercicio hacer, cuánto y cuándo. La postura también se ve alterada significativamente según va avanzando el embarazo y eso va distribuyendo la carga del peso de formas no siempre favorables. De nuevo unos ejercicios bien realizados en el período adecuado del embarazo pueden aliviar considerablemente el dolor.
Siempre depende de la persona y las circunstancias de su embarazo (estado físico previo, preparación, nivel hormonal, edad, etcétera) pero a grandes rasgos, los primeros cuatro meses son claves para una recuperación adecuada, que es donde los órganos pélvicos retoman su posición anterior. Pero la recuperación del suelo pélvico puede durar hasta un año más.
Es una etapa para cuidarse, siendo constante y paciente, ya que no vamos a conseguir acelerar la recuperación antes de los límites fisiológicos, pero sí podemos influir en la calidad de esa recuperación y mucho.
En general, siempre los ejercicios de recuperación van a basarse en los de Kegel, puesto que engloba propiocepción y fortalecimiento en diferentes posturas en su técnica, pero siempre irán indicados en cada caso concreto, porque también puede estar indicado un masaje de desensibilización y flexibilización de una posible cicatriz tras episiotomía, desgarro, cesárea...
Además, no hay que olvidar que el suelo pélvico forma parte de un conjunto mucho mayor que nos aporta estabilidad lumbo pélvica, así que el correcto trabajo del abdomen es esencial también en el posparto, para no incurrir en el habitual fallo de comenzar a hacer abdominales compulsivamente con el fin de recuperar nuestro anterior vientre plano. Un mal entrenamiento de la faja abdominal puede derivar en problemas aún mayores del suelo pélvico.