Entrevista a Nazaret Uclés Córdoba, fisioterapeuta infantil en Rehabilitación Premium Madrid

Tanto la fisioterapia como la osteopatía pueden ayudarnos a mejorar los síntomas de la tortícolis del bebé

"A nivel osteopático trabajaremos con técnicas manuales suaves e indoloras con el fin de mejorar las distintas deformidades craneales y la restricción de la movilidad cervicodorsal para ayudar a restablecer la normalidad de su estructura vertebral y craneal. La fisioterapia se encargará de mejorar el estado de dicha musculatura mediante técnicas de masoterapia, movilizaciones pasivas, entre otros"

Nazaret Uclés Córdoba cuenta con el grado en fisioterapia por la Universidad Rey Juan Carlos. Es especialista en fisioterapia pediátrica y tortícolis en Rehabilitación Premium Madrid, de este tema nos habla en esta entrevista. 

¿Por qué decidiste dedicarte a la Fisioterapia y especializarte en el tratamiento de las dolencias en recién nacidos?

Bueno, creo que en mi caso, esta decisión se fraguó ya desde pequeña. Ahora, cuando veo que pasados unos 20 años me dedico profesionalmente a la Fisioterapia en el ámbito pediátrico, tengo que decir que se están realizando laboralmente unas expectativas con las que soñé cuando tenía 8 o 9 años de edad.

Recuerdo cómo en tercer curso de primaria tuve un pequeño accidente al tropezar sin querer con una compañera de clase, que padecía una “enfermedad de huesos”. Este incidente le ocasionó múltiples fracturas que la obligaron a tener un ingreso hospitalario prolongado, necesitando posteriormente en el colegio el correspondiente proceso de rehabilitación y recuperación. Esta situación lógicamente me afectó. El personal docente del centro se percató de este hecho, y para motivarme me invitaron a estar presente en las sesiones de rehabilitación que recibía mi compañera en el colegio, con el objeto de ver como ella poco a poco se iba recuperando favorablemente gracias a la intervención fisioterapéutica que estaba recibiendo. En esos momento pensé: “Yo quiero ser como ese chico del pijama blanco”. Lógicamente, con 7 u 8 años no me podía imaginar que aquel chico era un fisioterapeuta.

Con el paso de los años se ha ido confirmando en mí esta vocación como fisioterapeuta pediátrica. Tanto la formación que he ido recibiendo como determinadas experiencias que he ido teniendo (acontecimientos familiares, contacto con niños con diferentes dificultades, etc.), me han ayudado a corroborar lo gratificante que resulta el trabajo profesional en este ámbito. He podido comprobar cómo una pequeña y adecuada intervención terapéutica puede favorecer la consecución de determinados objetivos que repercutirán en una mejora evidente tanto en el desarrollo motriz como en el intelectual de los niños con dificultades. ¡Son cómo esponjas! Algunos de ellos logran un desarrollo motor adecuado “sin apenas precisar de una ayuda especial”. Otros en cambio y debido a múltiples causas, precisan de un pequeño empujón que les permita abrir un amplio abanico de sensaciones y oportunidades motrices. Es preciso, en estos casos, poder realizar un tratamiento lo más temprano y precoz posible con el objetivo principal de ayudarles a alcanzar su máximo potencial tanto a nivel motriz como cognitivo-emocional.

¿Qué tratamientos fisioterapéuticos se utilizan para tratar la tortícolis congénita en los bebés?

La tortícolis congénita se caracteriza típicamente por una inclinación de la cabeza del bebé hacia un lado junto con una rotación contraria.

Tanto la fisioterapia como la osteopatía pueden ayudarnos a mejorar los síntomas del bebé. A nivel osteopático trabajaremos con técnicas manuales suaves e indoloras con el fin de mejorar las distintas deformidades craneales y la restricción de la movilidad cervicodorsal para ayudar a restablecer la normalidad de su estructura vertebral y craneal.

La fisioterapia se encargará de mejorar el estado de dicha musculatura mediante técnicas de masoterapia, movilizaciones pasivas, mediante estiramientos suaves y técnicas activas a través de juegos y estímulos visuales y sonoros, basándonos en el conocimiento de desarrollo motor del niño.

¿Los padres pueden realizar ejercicios al bebé para ayudar a su recuperación?

¡Por supuesto! Es más, su colaboración resulta imprescindible. En mi práctica profesional les comento normalmente a los padres: “Yo veo al niño una o dos horas a la semana, vosotros 24 horas al día. Hay casos, en que los padres se asombran de la responsabilidad y la importancia que les supone desde un primer momento el tratamiento. En muchas situaciones, estos padres acaban teniendo más manejo que yo. Al fin y al cabo es su hijo.

Es muy importante establecer una buena comunicación con los familiares, saber transmitirles información, rutinas, establecer objetivos comunes y trabajar en equipo, pero sin olvidar que antes de terapeutas son padres y que todo lo que puedan hacer por su hijo lo transformen en juegos, en actividades lúdicas que no supongan una carga para ninguna de las dos partes (padres/hijos) sino que lo vean como una “manera diferente” de pasar un rato con su hijo, de interactuar con él. Actividades básicas como: jugar boca abajo, estimular el lado contrario al acortamiento, cantarle y hablarle por el lado contrario, portearle en las distintas mochilas ergonómicas, darle el pecho en una posición más vertical etc. Estos cambios posturales y ejercicios junto con el trabajo manual por parte de un fisioterapeuta pediátrico hará que el niño se recupere favorablemente.

¿Cuánto tiempo tardará el bebé en recuperarse de la tortícolis congénita?

Es difícil establecer un tiempo exacto de recuperación. La edad del bebé y el diagnóstico inicial son aspectos claves para definir el tiempo que se necesita para resolver los problemas de movilidad.

Los bebés que son diagnosticados y tratados de manera temprana obtendrán mejores resultados y el tratamiento será más breve, por supuesto en función del tipo de tortícolis que padezca.

23 de marzo de 2018 | Tema: Fisioterapeuta Fisioterapia infantil


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Nazaret Uclés Córdoba

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