Julia Zapata Hernandez

Me dejó tirada mientras una mutua se negaba a darme la baja, estando coja. Después de pagarme yo las pruebas y la atención médica que ella me negó, la mutua dio la baja, con alta prematura y una pierna totalmente deformada, diciendo que eso era artrosis de rodilla. Vio la pierna, firmó otra baja poniendo lo mismo y me dijo en la cara que no pensaba ayudarme si la mutua pedía el alta. Otra que vende a la sanidad públic, permitiendo abusos de las mutuas. Hoy en día soy discapacitada. Vergüenza.

Persona poco comprensiva y con poca empatía, más aún cuando he tenido que lidiar con un trastorno de ansiedad y depresión... Con ella el diálogo y la comunicación es imposible porque no escucha ni quiere entender las necesidades del paciente, hasta el punto de negarme una medicación que tengo pautada por el psiquiatra y colgarme en la última cita telefónica que tuve con ella, diciéndome que si quiero ese medicamento que me cambie de médico...

Una gran profesionalidad y calidad humana. Se implica mucho con los pacientes

Las instalaciones del centro de salud

la calidad humana y la necesidad de curar en mi caso brillan por su ausencia