José Antonio García Del Río

No acabaré de llorar su marcha, es un médico que ha cuidado a mi familia como ninguno, excelente persona, excelente profesional ,con excelente ojo clínico, hay médicos que deberían ser eternos en su profesión y él es uno de ellos ,muchas gracias x todo y x tanto ,larga y feliz vida .Le extrañaremos sin ninguna duda .

Un gran médico, el mejor que he tenido, hoy ha sido mi última consulta con él y la verdad me he disgustado mucho cuando me ha dicho que ya no estará la próxima vez. Nadie podrá igualarle.
Siempre gracias y feliz descanso.

No hay nada que mejorar.

La verdad es que es una joya como médico y como persona. A mi me ha ayudado siempre en todo y ha ssabido tratar mis problemas y dudas. Hasta me recomendó tener un perro y acertó totalmente. Me cambió la vida. Una suerte total haber sido una de sus pacientes.

Yo le tuve de médico, pero por entonces yo andaba sana, Fue más médico de mi tía, que tuvo ictus y años después un segundo ictus. Gran médico y con grandes conocimientos.

Cuando se fue a la Gerencia de Atención Primaria o cómo se llamase su puesto, dejó (supongo que no él, sino el sistema) unas sustitutas a cual peor: ignorantes, mal encaradas, estúpidas y agresivas en un grado tal que era muy preferible no ir al médico.
Yo las habría tirado a la bahía con sumo gusto.

El mejor medico montañero sin duda!!

Nada que mejor, un 10 e Lode!

El mejor sin lugar a dudas

Absolutamente nada

Como medico es de lo mejor , se le nota , que le gusta lo que hace,con las personas mayores se desvive, sus consultas , no tienen reloj, puede estar mas de 30 m con cada paciente,
Realmente te da el tiempo que necesitas,
Lo mejor del centro de salud isabel ii

No tiene nada que mejorar, es mas, muchos deberian aprender de el, como medico , como persona

Muy atento, te dedica el tiempo que sea necesario y se preocupa de la evolución

Nada

Eccelente medico , muy buen trato , te dedica el tiempo que necesitas y no mira reloj

Gran calidad humana, se le nota que le interesa cada paciente, una suerte que me tocara