Álvaro Vela Souto

Nada, la primera y la última vez que voy a su consulta. Ha sido un borde y un desagradecido. Me he sentido humillada y me ha tratado como si fuera un perro. He entrado nerviosa porque era mi primera vez y me hacía preguntas y yo me he puesto nerviosa/alterada (tengo ansiedad) y no quería responder,me estaba agobiando y le he dicho a mi madre que me quería ir y él ha empezado a gritarme como un loco a decirme que soy una mimada,malcriada, que me creo el centro de todo.

Todo. Me ha dicho que todo está en mi mente porque me creo la mejor y que tengo a mi madre dominada y por último me ha echado de la consulta diciéndome que entrara cuando me comportará. Luego me ha venido a buscar porque yo no iba a volver a entrar y me ha vuelto a gritar diciendo que pidiera perdón y lo he tenido que hacer. Por último me ha gritado "QUE DEJES DE TOCARTE EL PELO" (me lo tocó para calmar la ansiedad). Mi nota para el es un 0 y no le denuncio por pena.

Un gran profesional. Atento, competente y empático.

Competente y preciso.

Es un neurólogo muy atento, educado y sobre todo competente; además no escatima en mandar las pruebas necesarias. No se entretiene con tonterías ni nimiedades, se dedica a lo esencial y acierta.
Un lujo de médico y de persona

Fui 2 veces a su consulta. En la primera 25 minutos de retraso por irse a hablar por teléfono, luego ni 5 minutos de consulta por cliente.
Ni te mira a los ojos ni mucho menos te explica. Te manda un TAC y unas pastillas pero te explica 0. No volveré.

Nada

Todo, apenas me miró a la cara, me recetó dos pastillas sin si quiera preguntarme si tenía alguna patología o enfermedad o si tomaba alguna medicación. No estuve ni 3 minutos en consulta. Entiendo que verá muchas migrañas....

Buen profesional

Es un gran profesional. Atento y preocupado por todos los aspectos de mis problemas.
Es muy agradable y te dedica todo el tiempo que necesites.

Todo bien. Muy cortés

Ayudó a indentificar mi epilepsia tras varios episodios inespecíficos. Nos apoyó tanto a mi como a mi familia durante todo el proceso de normalizar la enfermedad y estabilizar la medicación. Es directo, atento a los detalles sin perder la atención. Toma muy en cuenta las sensaciones y palabra, tanto del paciente como de los familiares.

Solo puedo darle las gracias.