Ana María Reyes García

Una buena profesional a mí me trató en el año 2009 y gracias por el trato que recibí y como me explicó lo que tenía fue muy sincera
Yo la tengo mucho aprecio y la recuerdo mucho.

Todo perfecto mil gracias Doctora

Es una persona, que se preocupa por sus pacientes, y además estoy en revisiones y todo bien,

Bueno,me parece buena persona a mi me ha ayudado lo que mejorariaes que tenían que tener más tiempo, en consulta,

Una pésima profesional que no tendría que estar con ningún paciente y menos de oncología , es muy prepotente y cero empatica , deja a sus pacientes sin decir nada y les pasa a paliativos sin hablar con ellos y encima tiene la cara y poca decencia de decir después de tres cartas denunciando estos hechos contra ella, que no tenía constancia de estos sentimientos ni por parte de la paciente ni por sus familiares .

Unos especialistas de oncología capacitados para intentar por lo menos que cuando las cosas se ponen feas y no encuentran solución por lo menos intentar buscar alguna forma de reconfortar al paciente y no decir “ya sabes q no tienes solución “ una frase muy bonita de la docta Ana María Reyes

Es cercana, empática y lo explica todo al detalle. Puso el tratamiento correcto.

Una persona muy cariñosa con el paciente. Te da mucha confianza y la coges cariño.
Una profesional como la copa de un pino

Malísima especialista,no asume su responsabilidad en su trabajo.Por desgracia la tuvimos hace 4 meses con mi padre y decir que ni llegó Paliativos,le dio medicación equivocada y muchas más cosas.La pena es que en esos momentos tan duros no denunciamos xq no se tiene ni ánimo.No la aconsejo para nada

Persona encantadora y muy cercana yo encantado con ella

Me encanta su dulzura y trato , tanto con pacientes y familiares, al menos en mi caso.
Fue muy sincera con el diagnostico. Llevo 5 años en su consulta.

Qué tengan más tiempo para atendernos.

esuna persona muy cercana al paciente

que a veces creo que no hace todo lo posible

Es una persona absolutamente incapacitada para el trato con seres humanos, y mucho menos en las condiciones en las que una persona suele llegar a una consulta de oncología. Es arrogante, prepotente, cínica e incompetente.
Si están a tiempo de optar por otro oncólogo que les siga en su tratamiento, no lo duden.