Manrique Marco Hernández

Nada

La organización de la consulta, no tiene ayudante, se producen interrupciones constantes para coger el teléfono. No debería tener a 7 familias esperando en una sala minúscula. Notas que tiene prisa y te despacha rápido. No se comunica bien ni con los padres ni con los niños. Tras tres visitas tengo claro que no volveré. Diagnóstico y tratamiento diferente (a mi juicio peor, más agresivo y menos efectivo) a otros pediatras consultados posteriormente.

Se preocupa de verdad por los niños, no por los padres. No es nada alarmista pero revisa muy bien a los niños. Llegué a él preocupada por una infección de orina de mi hijo de 2 meses y le ha hecho revisiones mensuales casi hasta los 3 años. Le he hecho consultar por whatsapp en domingo y atiende siempre. El trato es muy familiar, se sabe el nombre de los niños y les hace revisiones muy completas.

La consulta.

Nada. Sala de espera minuscula, no entran los carros, trato personal malisímo,se meo mi bebe de 8 días y parecía una tragedia, solo le importaba el papel que había manchado, el bebe le daba lo mismo. Nos iba a mandar dos ecografías y como no sabía donde tenía las autorizaciones, nos mando una. Solo midió y peso al niño, ni le miro el cordon umbilical, ni movimientos articulares, ... ni quiso ver el parte de alta del hospital. Pasar la tarjeta y al siguiente.

Todo. Yo no vuelvo ni loco. Para ser pediatra hay que tener un cariño hacia los niños y un trato amable con los padres, no se puede ser tan borde y distante, sin mirar al niño ni explicar nada a los padrescon unos medios tan antiguos, una sala de espera en la que te dejas la espalda en las mini sillones de madera y no caben los carros, y que un niño de 8 dís se haga pis es lo mas común, y en ese momento es mas importante el bebe que el papel de la camilla.