En general, se reconocen dos tipos principales de SIBO: SIBO con sobrecrecimiento de bacterias del intestino delgado proximal y SIBO con sobrecrecimiento de bacterias del intestino delgado distal. Estos tipos se basan en la ubicación específica del sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.
1. SIBO con sobrecrecimiento de bacterias del intestino delgado proximal: En este tipo de SIBO, las bacterias se acumulan en la parte inicial del intestino delgado, conocida como intestino delgado proximal. Este es el tipo más común de SIBO y puede estar asociado con una disminución en la motilidad intestinal, alteraciones anatómicas o problemas estructurales que permiten que las bacterias migren hacia el intestino delgado.
2. SIBO con sobrecrecimiento de bacterias del intestino delgado distal: En este tipo de SIBO, las bacterias se acumulan en la parte distal del intestino delgado, más cerca del intestino grueso. Este tipo de SIBO puede estar asociado con problemas de motilidad intestinal y trastornos como el síndrome del intestino irritable (SII).
Es importante tener en cuenta que el SIBO es una condición compleja y puede haber superposición entre los dos tipos mencionados. Además, las causas subyacentes del SIBO pueden variar y pueden incluir alteraciones anatómicas, trastornos de motilidad intestinal, obstrucciones, disfunciones inmunológicas o condiciones médicas subyacentes.
Un médico especializado en gastroenterología o un profesional de la salud puede evaluar tus síntomas, realizar pruebas y determinar el tipo de SIBO que puedas tener, así como el tratamiento más adecuado para tu caso específico.
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