Los folículos son los precursores de los ovocitos, una definición breve que precisa de más explicación para ayudarnos a entender qué significa tener folículos en los ovarios.
Sobre todo, a nivel práctico, puesto que ésta es una cuestión que suele plantearse dentro de un contexto de fertilidad. En el caso de la paciente que tiene problemas para concebir, tener folículos en los ovarios es una cuestión clave que puede estar detrás de su problema reproductivo. A continuación, veremos cuál es la definición de folículos y su papel en el proceso reproductivo.
¿Qué son los folículos en los ovarios?
Un folículo ovárico puede definirse de forma sencilla afirmando que se trata de un pequeño elemento que se encuentra dentro del ovario. Tiene forma de saco, donde se desarrolla el ovocito, es decir, la célula reproductiva del gameto femenino hembra que, en definitiva, permite la reproducción.
Ese elemento es una célula que madura, para finalmente liberarse el óvulo durante la ovulación. Se localiza en la corteza ovárica y son la base de la biología de la reproducción de las mujeres. Por lo tanto, tener folículos en los ovarios significa que se tienen esas estructuras que se activan periódicamente y cuyo desarrollo generalmente conduce a la ovulación de ovocitos.
El proceso de maduración de los folículos implica todo un desarrollo que lleva su tiempo. Denominado foliculogénesis, tiene una duración total de 85 días y deben cumplirse una serie de etapas para que el folículo llegue hasta la ovulación.
Así pues, tener folículos en los ovarios significa que se ha completado ese proceso, esencial para la fertilidad de la mujer. Básicamente, al nacer, los ovarios de la mujer contienen óvulos almacenados en esos pequeños sacos llenos de liquido que hemos mencionado. Son conocidos como folículos, pero para que éstos crezcan y cumplan las etapas el cerebro debe enviar una señal desde la glándula pituitaria, a partir de la cual se estimula su crecimiento. Estamos hablando de una hormona que se llama folicoestimulante (FSH), y su papel es fundamental para estimular el crecimiento de distintos folículos.
Normalmente, al inicio de cada menstruación estimula el crecimiento de unos 5 folículos, pero finalmente se selecciona solo uno, el folículo dominante, mientras los otros desaparecen. El folículo seleccionado o dominante se encontrará en el ovario izquierdo o derecho y va creciendo.
Al hacerlo, se libera estrógeno, una hormona responsable de que se vaya engrosando el endometrio, preparando el organismo para un posible embarazo. Por lo tanto, se trata de todo un proceso en el que van orquestándose diferentes reacciones del organismo con fines reproductivos.
Al margen, lógicamente, de que se vaya o no a fecundar el óvulo. De ocurrir, antes debe de producirse la ovulación. Siguiendo con el proceso que estamos describiendo, ésta se produce a la mitad del ciclo, cuando el folículo seleccionado ha alcanzado un tamaño determinado, de entre los 18 y los 22 milímetros.
Es entonces cuando se libera otra hormona, a partir de la orden emitida por la glándula hipófisis, también situada en el cerebro. Estamos hablando de la hormona luteinizante (LH), a partir de la cual se puede producir la ovulación alrededor de 36 horas después de que ésta aumente.
El folículo, en este momento, libera el óvulo. Quedando en la trompa de falopio a la espera de que unos hipotéticos espermatozoides lo fecunden, para lo cual deberán viajar a través del útero, hasta llegar a las trompas y encontrar ese óvulo. Por lo tanto, la cuestión de tener folículos en ovarios es capital de cara a conseguir un embarazo. Y, se produzca o no, una vez ha cumplido su función, vuelve a ocurrir algo que demuestra lo sabia que es la naturaleza, pues se convierte en el cuerpo lúteo, secretando progesterona, necesaria para preparar el endometrio de cara a un posible embarazo.
Imágen: Miguelferic en Wikimedia
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