El sueño es una necesidad biológica, nos permite restablecer las funciones físicas y psicológicas, imprescindibles para que nuestro cuerpo funcione a pleno rendimiento. Los seres humanos dormimos aproximadamente entre un tercio y un cuarto de nuestra vida.
Cuando dormimos pasamos por diferentes estadios del sueño, que se suceden durante toda la noche, con un patrón repetido de cuatro a seis ciclos.
Podemos dividir el sueño en dos fases o tipos, según el grado de actividad muscular, cerebral y los movimientos oculares:
Durante esta fase las ondas del cerebro son de alta frecuencia y baja amplitud (vigilia), y de forma progresiva se transforman en ondas con una frecuencia cada vez menor y una amplitud mayor.
El tono muscular se reduce, al igual que ritmo cardíaco y respiratorio, dejando el cuerpo relajado. Los movimientos oculares desaparecen por completo.
El sueño No-Rem tiene 4 fases, cada una de las cuales tiene una duración de unos 90 minutos. A medida que pasamos de fase, el sueño será más profundo.
Entramos en sueño Rem a los 90 minutos de quedarnos dormidos. La actividad del cerebro es rápida y de baja amplitud.
Durante el sueño Rem perdemos el tono muscular, protegiéndonos de lesionarnos o tener accidentes al mover el cuerpo en respuesta a los sueños. También se presenta un rápido movimiento de los ojos.
Durante toda la noche este tipo de sueño se alterna con las 4 fases del sueño Rem. La fase No-Rem, predomina en la segunda mitad de la noche.
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