La anatomía ósea de la muñeca se compone de ocho pequeños huesos, conocidos como huesos carpianos, así como de otros dos huesos largos que se ubican en el antebrazo (radio y cúbito). Por su parte, de los huesos carpianos, el que suele lesionarse con mayor frecuencia es el escafoides.
A nivel médico, se define como un hueso de la muñeca de forma cuboidea, par, corto y esponjoso. Además, podemos añadir que tiene seis caras, tres de ellas articulares. También cabe señalar que se articula con varios huesos: radio, semilunar, grande, trapezoide y trapecio.
Se trata del primer hueso externo de la primera fila del carpo, considerando que la primera fila de los huesos de la muñeca la conforman el hueso escafoides, semilunar, piramidal y pisiforme. Mientras en la segunda fila, de afuera a adentro, encontremos los huesos denominados trapecio, trapezoide, grande y ganchoso.
En cuanto a las articulaciones, el escafoides se articula con el radio, hueso semilunar, hueso grande, hueso trapezoide y hueso trapecio. Es decir, a nivel anatómico encontramos un cumplido número de definiciones sobre este hueso, si bien puede resultar insuficiente para saber dónde está.
Volvemos a plantear la pregunta, intentando seguir contestándola, esta vez desde un punto de vista práctico. A menudo, las descripciones médicas no resultan prácticas para su identificación por parte de los pacientes.
Una necesidad que suele presentarse cuando se sufre una lesión o simplemente se sufren dolores o molestias de algún tipo. En ocasiones, se trata de una deformación observada en la mano.
En estos casos, la muñeca se puede deformar por la simple inflamación, aunque no se puede descartar una rotura. Sea como fuere, cuando la muñeca duele, al margen de que se trate de un problema concreto del escafoides, acudir al especialista lo antes posible es lo aconsejable para evitar posibles complicaciones. Sobre todo, cuando se ha sufrido una caída o golpe.
De forma sencilla y efectiva a efectos de identificación, el escafoides de la mano se ubica cerca de la base del dedo pulgar, coincidiendo con el área donde la muñeca se flexiona y, en efecto, puede definirse como el hueso de la muñeca que más probabilidad tiene de sufrir fracturas.
Abundando en lo dicho, para que un paciente pueda identificar el escafoides, podemos observar nuestra mano colocando la palma hacia abajo y dirigir nuestra mirada a la base del pulgar, en el punto izquierdo de la muñeca, con lo que se sitúa arriba del radio.
Si estamos hablando de una lesión, habida cuenta de que las fracturas de escafoides causan dolor e inflamación en la base del pulgar, y que éste podría ser severo cuando se intenta mover la muñeca (sobre todo al coger un objeto), entonces ya tenemos en ello otra orientación para su identificación.
Sin embargo, la intensidad del dolor no es una guía infalible para identificarlo a partir de una lesión. En absoluto, ya que en muchas ocasiones se trata de un esguince u otraa condición médica. Sobre todo, tengamos en cuenta que persiste durante días en dicha área podría ser un claro síntoma de que estamos ante una fractura de escafoides.
Lógicamente, el especialista ordenará radiografías y quizá también otras pruebas de imagen para realizar el diagnóstico correspondiente. Tengamos presente, al respecto, que a veces, la fractura no aparece en una radiografía al momento, siendo necesarias posteriores radiografías o estudios por imágenes. Concretamente, la resonancia magnética puede dar buenos resultados a la hora de identificar una fractura de escafoides.
Imagen: Ascánder en Wikimedia
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