Psicología infantil
Buenos días,
Tengo una hija de 3 aňos que empezó el colegio el pasado mes de septiembre y siempre iba muy contenta. Ahora lleva una semana que ya no quiere ir y está llorando al momento que la dejamos en el colegio. ¿Cuáles podrian ser las razones y qué debemos hacer nosotros como sus padres para arreglar el problema? Muchas gracias.
Ciudad Real, 01 de febrero de 2022 Responder
Cientos de médicos y profesionales de la salud responden vuestras preguntas
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Habría que tener en cuenta todas las variables que pudieran estar afectando.
Yo intentaría hablar con ella y la observaria. También lo comunicaría con el profesorado.
Si siguiera igual, me pondría en contacto con un psicólogo
Un saludo
01 de febrero de 2022
No todos los casos responden a un mismo patrón, pero la adaptación a un nuevo entorno supone tiempo. Si además, como es el caso de este período de pandemia, la habituación al colegio se ve interrumpida por enfermedades o confinamientos, dicha adaptación se torna mucho más difícil.
Esta resultando especialmente difícil conseguir una adaptación adecuada en los casos de niños quienes no vivieron una adaptación preliminar al entorno guardería, y quienes ahora se ven enfrentados a iniciar la etapa escolar en un contexto de pandemia. El telecolegio, en adición, supone un factor disuasorio para niños tan pequeños, quienes no consiguen involucrarse adecuadamente con las nuevas tecnologías.
Se deben vigilar comportamientos que reflejen angustia o inadaptación al nuevo medio, tales como: regresión a un estadio infantil preliminar, enuresis (se hace pis de noche o de día), cambios en los hábitos de alimentación y sueño, falta de interés por el juego, respuestas de miedo o angustia ante estímulos, y rabietas.
En lo relativo a las rabietas, es importante considerar que los niños de 3 años enfrentan una faceta de separación de la madre y desarrollo de su autonomía, la cual viene acompañada de explosiones emocionales para las que el niño no dispone de herramientas de gestión emocional. Es normal. Este es otro capítulo, y no debe confundirse con la adaptación al colegio.
Pero debido a ese desarrollo de la autonomía, el llanto de 'separación' que vemos en el niño en el momento de dejarlo en el cole es una expresión de la frustración que siente por no poder 'controlar' de forma 'autónoma' la separación de la madre o padre.
Lo primero: debemos preguntar a los profesores si el niño permanece triste, llorando o desconsolado en el colegio, mucho tiempo después de que los padres se marchan, o si corta su llanto una vez que los padres se marchan. Si lo corta, entonces debemos ayudarle y hacer de ese 'corte' un proceso ágil y sencillo para él: cuanto más rápido nos despidamos, más breve será su llanto. Dar largas y 'sostener' el llanto sólo le dará la impresión de éxito de su conducta de control ("si lloro, mamá se queda").
Si, por el contrario, el niño no consigue cambiar de estado, y se queda triste tiempo después de vuestra partida, será importante coordinar una 'transición' con el profesor, sugiriendo un momento de juego con los padres a la entrada del colegio, y en el entorno del aula; también apoyando al niño con su peluche favorito (un juguete que le permita hacer la transición desde casa al cole).
Será fundamental entablar una conversación con el niño sobre su día, en la que pueda también hacer una transición con vosotros del cole a casa, y descubra vuestro interés por sus actividades, amigos, juegos; esto reforzará su autonomía a medio plazo. Será importante que él sepa 'qué hace mamá cuando no estoy' o papá; es decir, hacerle partícipe de una información que le ayude a construir una continuidad entre los entornos, de modo que entienda que ninguno de los entornos desaparece en su ausencia, y que puede entrar y salir de ellos sin angustia.
No debemos descartar otros factores en la dinámica escolar, pero escapan al ámbito de esta consulta. Si los síntomas persisten o se agudizan o nuevos síntomas aparecen, será indispensable la consulta con el especialista.
Espero haber sido de ayuda.
Saludos cordiales,
Mallela Garcia.
02 de febrero de 2022
Por otro lado habría que indagar y hablar con la maestra/o, que nota ella/el y si en la clase hubo algún cambio significativo. Y sobre todo poder pensar que cambios hubo en casa, que pasó en casa desde septiembre a hoy, cambios de trabajos, mudanzas, enfermedades, estados emocionales de los padres, etc.
Saludos!
Carolina González
02 de febrero de 2022
Un aludo!
02 de febrero de 2022
Añadiría que puede ser que tu hija esté sufriendo algún tipo de agresión por parte de compañeros de clase. Como dice una de las compañeras psicólogas, a los niños a esa edad les cuesta mucho expresar lo que les pasa en el aula o recreo y sufren mucho por ello, quizás con los abuelos o algún otro familiar con quienes tenga confianza, se pueda abrir y expresar lo que siente.
Mucha suerte.
Un saludo.
Fátima Macías.
03 de febrero de 2022
Os recomendaría acudir a sesión con un psicológo/a para hacer un estudio de la situación que puede estar provocando este malestar en tu pequeña y os informe del procedimiento más adecuado en vuestro caso concreto.
Un saludo.
04 de febrero de 2022
06 de febrero de 2022