Entrevista a Marian Barrantes, psicóloga en Clínica Origen Alcalá de Henares

"Un pensamiento hace que tengamos una emoción o un sentimiento, y este nos llevará a una conducta. Por tanto, si modificamos el pensamiento en cuestión podremos cambiar la conducta. También es posible esta explicación a la inversa, así pues, si conseguimos cambiar una conducta, cambiará el pensamiento y por tanto la emoción."

Marian Barrantes es psicóloga titulada por la Universidad de Sevilla, cuenta además con máster en psicología general sanitaria. Colegiada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y habilitada como Psicóloga Sanitaria.

Ha colaborado con diferentes entidades como Proyecto Hombre, y Asociación SAFA. Desarrolla su actividad profesional en Clínica Origen Alcalá de Henares.

¿Por qué decidiste dedicarte a la psicología?

Siempre me ha parecido fascinante poder dedicarte a entender el comportamiento humano. Es una experiencia profesional muy bonita ‘tocar' los pensamientos y emociones de los demás, enseñar y dotar de herramientas a las personas con el fin de aprender a transformar experiencias de alto impacto así como problemas en aprendizajes.

Eres especialista en psicología clínica, ¿de qué se ocupa este ámbito de la psicología?

La psicología clínica es la rama de la psicología que se encarga de estudiar y dar respuesta a las conductas de las personas, realizando así una evaluación y una intervención psicológica adecuada a cada caso personalizado basada en tratamientos de primera elección. Por lo tanto la psicología clínica trata de investigar, analizar, diagnosticar, prevenir y tratar ya sea un trastorno o cualquier alteración en el estado de salud mental de una persona.

Cuentas con formación en diferentes corrientes: sistémica, humanista, psicoanalítica y cognitivo-conductual, ¿cuáles son las diferencias más importantes entre ellas? ¿En qué situación es más efectiva cada una?

La corriente sistémica tiene el objetivo de entender al ser humano como parte de un sistema de relaciones, en constante interacción y evolución. A la hora de intervenir sobre cualquier problemática con niños y adultos es crucial contar con una visión amplia que tenga en cuenta la influencia mutua entre en individuo y los distintos sistemas de los que forma parte o que intervienen en el problema: la pareja o familia actuales, la familia de origen/familia extensa, el contexto educativo o laboral…

La psicoterapia focalizada en la emoción se basa fundamentalmente en la comprensión profunda del ser humano y en disponer de herramientas eficaces para facilitar el cambio emocional.

La corriente psicoanalítica tiene su origen en la idea de que el comportamiento humano, tanto en sus movimientos, pensamientos y emociones, es el producto de una lucha de fuerzas opuestas que tratan de imponerse a la otra. Esta lucha es inconsciente, pero puede ser reconocida a través de la interpretación de sus manifestaciones simbólicas. Este tipo de terapia ayuda a aliviar el dolor psíquico a través de la comprensión de nuestro mundo interno (emociones, pensamientos, fantasías, ideales, vínculos emocionales, sueños, recuerdos…).

La corriente cognitivo-conductual es un tipo de psicoterapia que cuenta con aval científico. Este tipo de terapia se centra en modificar las conductas y/o pensamientos que pueden estar generando el problema psicológico por el cual la persona ha demandado ayuda, Un pensamiento hace que tengamos una emoción o un sentimiento, y este nos llevará a una conducta. Por tanto, si modificamos el pensamiento en cuestión podremos cambiar la conducta. También es posible esta explicación a la inversa, así pues, si conseguimos cambiar una conducta, cambiará el pensamiento y por tanto la emoción.

Has trabajado en Proyecto Hombre, ¿cómo ha sido tu experiencia durante esta etapa profesional?

Mi experiencia durante mi estancia en Proyecto Hombre fue muy gratificante, probablemente de las experiencias clínicas más enriquecedoras que he tenido a lo largo de mi trayectoria profesional. Trabajé con un grupo de patología dual (personas que sufren una adicción junto con un trastorno). Mi labor fue principalmente psicoterapia individual como grupal, así como talleres de psicoeducación, habilidades sociales, control estimular, focusing, exploración emocional… Mis objetivos eran fomentar el desarrollo personal, recobrar la autonomía y lograr la reinserción en la sociedad.