"La idea de adquirir una 'herramienta' para gestionar ciertas situaciones, como un superpoder que se desbloquea, es demasiado de videojuego. Es más bien un proceso de conocer ciertos patrones de conducta automatizados y cambiar algunas creencias sobre cómo deben ser las cosas."
Marcela Tiesso es Psicóloga y Psicoterapeuta. Brinda atención a niños, adolescentes y adultos, basando su trabajo en la Terapia Integradora, valorando a cada persona como única. En sus sesiones busca crear para el paciente, un ambiente de tranquilidad y comprensión donde este pueda sentirse libre para compartir sus sentimientos, pensamientos y emociones, de forma sencilla.
Para el bienestar psicológico, el autoconocimiento es muy importante, ya que permite saber lo que queremos en la vida, interpelar nuestro deseo sin importar si es a largo, mediano o corto plazo poder alcanzarlo. Además, nos permite gestionar mejor nuestras emociones en los momentos más difíciles, adquiriendo así la inteligencia emocional.
Depende del paciente. A veces creo que llegan a las sesiones con muchas ganas de que les den herramientas. Ha cuajado bastante una idea sobre salud mental con respecto a esto. Es decir, mucha gente interpreta la terapia como adquirir una serie de conocimientos y habilidades para afrontar y saber gestionar unas situaciones. Es verdad que en parte consiste en eso, pero la idea de "herramienta" como superpoder que se desbloquea es demasiado de videojuego. Es más bien un proceso de conocer ciertos patrones de conducta automatizados y cambiar algunas creencias sobre cómo deben ser las cosas. Pero además hay otra cuestión importante: hay algunas cosas que no se tienen que aprender a gestionar, llevar, manejar...hay aspectos de la vida que hay que abandonar o reemplazar. No podemos, aunque vayas a terapia diaria, gestionar todo.
La pandemia de la COVID-19 ha afectado a todos/as los niños, las niñas y los/as adolescentes, surgiendo sentimientos de miedo, angustia, estrés y tristeza, y a su vez, conviviendo con sentimientos de incertidumbre y desbordamiento de los propios adultos ante esta situación. Esto ha conllevado una mayor indefensión de los y las menores ante situaciones de violencia, maltrato o abuso.
Los padres debemos estar atentos al aumento de irritabilidad, ansiedad, mal humor, depresión nostálgica, tristeza, pensamientos negativos. Del mismo modo, tendremos que observar si comienzan a aparecer un mayor número de preocupaciones, y miedo excesivo ante la muerte y/o la enfermedad. Si se detectan estos síntomas, comportamientos y dificultades alargados en el tiempo, es importante buscar ayuda profesional.
La sintomatología de desánimo y falta de interés por multitud de aspectos de sus vidas, identificado a tiempo puede prevenir lo que sería ya un cuadro de depresión del que se tarda más tiempo en remontar.