Laura Martínez Jiménez es psicóloga, especialista en psicología clínica infantil y atención en pacientes con TEA.
Para simplificarlo; se trata de un trastorno del desarrollo cuya presentación de síntomas varía con la edad y el desarrollo. Se caracteriza por un lado, en el dominio socio-comunicativo, en una ausencia de inclinación o capacidad para la socialización y una desviación o incomprensión de las claves sociales y, por otro lado, por comportamientos repetidos o restringidos como movimientos estereotipados, inflexibilidad y adherencia a rutinas, ritualización de patrones, híper o hipo-reactivada a estímulos sensoriales.
La mirada: no mantenerla, no dirigirla al adulto o que sea inusual a la hora de compartirla. La forma de jugar: sin buscar al cuidador en ningún momento, que su juego sea alinear objetos, por ejemplo, que no responda a su nombre cuando se le llame, que le “obsesione” un tipo de sonido, gusto o material táctil. Son algunos de los síntomas que nos pueden llamar la atención
La detección temprana es importante en todo tipo de trastornos pero en caso del TEA aún más, hablamos de un trastorno que afecta siempre las habilidades sociales y provoca una sensación de soledad y de no pertenencia al grupo que puede llevar graves problemas emocionales además del trastorno en si. Sin embargo, las habilidades sociales se pueden aprender y practicar y cuando menor sea el niño más fácil para el serán adquirir esos conocimientos. Por otro lado, la plasticidad cerebral y la capacidad de adquirir nuevos conocimientos o modificar commportamientos es más fácil cuanto menor seamos. Empezar de forma temprana es vital para conseguir unos mejores resultados en el tratamiento.
Si, se puede manifestar con TDAH y otras condiciones.
Las personas con TEA requieren a menudo de mucha atención y eso supone un desgaste en los familiares que adoptan el papel de cuidadores. Es importante trabajar en red y apoyarse en los profesionales, para saber cómo gestionar de una forma más adaptativa y funcional su día a día. La calidad de vida de las personas con TEA mejora cuando perciben que pueden participar en las decisiones que afectan a sus vidas, es por eso que es muy importante trabajar la autodeterminación y permitirles que tomen decisiones, ajustadas a su capacidad y edad cronológica, pero que al mismo tiempo, puedan estar acompañados con el fin de asegurar experiencias de éxito e intentar reducir el hecho que puedan vivir y acumular experiencias de fracaso.
Para la intervención en este trastorno, se puede hacer uso de diversos recursos y técnicas que pueden ser más o menos efectivas según las características individuales del paciente.
Para planificar el tratamiento en el TEA se puede emplear la guía Planeta Visual. Planeta Visual es un recurso de apoyo en la planificación de la intervención educativa en autismo, basado en las dimensiones establecidas en el Inventario de Espectro Autista (Rivière, 1997). Se define para cada una de las dimensiones y niveles los siguientes elementos:
- Objetivos de intervención prioritarios.
- Estrategias metodológicas básicas, con su referente bibliográfico.
Este recurso cuenta con 4 apartados dedicados al desarrollo social, a la comunicación y al lenguaje, a la anticipación y flexibilidad, y a la simbolización.
La Terapia basada en el Análisis Conductual Aplicado (ABA) también ha mostrado su eficacia en la reducción de comportamientos inapropiados, en el aumento de repertorios conductuales adecuados y nuevas habilidades, como son las mejoras en la comunicación, las relaciones sociales, el lenguaje o la imaginación.
Otras técnicas innovadoras que han demostrado su efectividad son las terapias asistidas por animales (más común con perros y caballos), la psicomotricidad y la arteterapia.
La terapia cognitivo-conductual, basada en el reemplazo o reducción de la conducta disfuncional, es la más utilizada. Es de gran utilidad para trabajar la anticipación de situaciones estresantes o de prevención y la supresión de estímulos innecesarios que puedan alterar a la persona.
Algunos niños TEA que no logran comunicarse necesitan utilizar pictogramas para comunicarse. Un pictograma es una representación gráfica entendida como un signo que traslada información de un objeto concreto de forma figurada sin necesidad de utilizar el lenguaje alfabético.
Por otra parte, el método TEACCH (Tratamiento y Educación de niños con Autismo y Problemas de Comunicación relacionados) se fundamenta en una adaptación óptima, a través de la coordinación entre tutores y profesionales y una intervención eficaz.
La terapia cognitivo-conductual, el metodo TEACCH y ABBA son los más utilizados
El colegio es un ámbito vital para detectar el TEA ya que se ve como se relaciona con los demás, los comportamientos rígidos o su forma de juego. Pueden ayudar en un primer momento en la detección y tras eso habilitando la sala con pictogramas, creando entornos con ámbitos separados para facilitar la integración sensorial del niño en el aula y también facilitar como relacionarse con los demás. El trabajo educativo es de suma importancia para el avance del niño.
La investigación nos ayuda a entender que provoca este trastorno y en que áreas esta afectando además de mostrarnos las formas mas correctas de intervenir y asegurar mejores resultados. Actualmente las investigaciones se están centrando en la detección temprana de autismo y el modelo de intervención familiar, ya que, como hemos dicho antes, al ser unas dificultades del trastorno la generalización de las conductas. Es vital que se continue trabajando desde casa.