"Las dificultades o problemas sexuales se trabajan siempre desde una actitud de empatía, escucha activa, respeto, paciencia, psicoeducación en salud sexual, y trabajando los pensamientos intrusivos, los pensamientos anticipatorios, y la gestión emocional."
Alejandro Moreno Galindo es psicólogo, experto en salud sexual y de pareja, y también en adicciones. Cuenta con una amplia formación en counselling, sexualidad, drogodependencias, estrés, entre otros. Además tiene experiencia en la atención de pacientes tanto en el ámbito público como privado.
Siempre me ha parecido una profesión apasionante, llena de retos, donde la interacción humana y la humanidad es fundamental, donde se puede ayudar a las personas a encontrar su estabilidad y equilibrio personal. La mente humana me parece todo un misterio, incluso después de más de 20 años de profesión, me parece maravilloso cuando un paciente consigue desarrollar los procesos de cambio que estamos trabajando, los hace suyos y experimenta la mejora que está buscando.
La sexología siempre me ha parecido un aspecto del ser humano estimulante por su complejidad, y por cómo a través de ella los seres vivos nos comunicamos, encontramos el placer físico y erotismo y, obviamente nos reproducimos. Es un aspecto nuclear en los seres vivos especialmente el ser humano, y cómo habitualmente en la historia se ha abordado desde la intimidad, muchas veces desde la vergüenza y el miedo. Creo que es fundamental, y lo veo en las terapias, el cómo estar en coherencia con nuestra parte sexual y sensual, nos hace sentirnos más libres como seres vivos, cómo liberarnos de nuestros mitos, creencias y la educación no muy saludable en salud sexual, hace que las personas se sientan más seguras con sigo mismas.
Si te digo la verdad no me parece interesante hablar de los problemas sexuales más frecuentes, puesto que nos puede dar la falsa sensación de que, si no son frecuentes, es que son especiales, y por tanto quizá más difícilmente abordables. No estoy de acuerdo con eso; muchos de nosotros y nosotras, a lo largo de nuestra vida dentro del área de la sexualidad, podemos tener diferentes dificultades, como, por ejemplo, la disfunción eréctil, eyaculación precoz, vaginismo, bajo deseo sexual…
Las dificultades o problemas sexuales se trabajan siempre desde una actitud de empatía, escucha activa, respeto, paciencia, psicoeducación en salud sexual, y trabajando los pensamientos intrusivos, que aparecen cuando estamos experimentando un momento sexual, o los pensamientos anticipatorios, que aparecen antes de las relaciones sexuales.
También es importante trabajar la gestión emocional que nos generan esos pensamientos. Es fundamental entender que todo tratamiento hay que individualizarlo, y trabajar la normalización de la sexualidad. Hay que elaborar una especie de reaprendizaje sexual.
Por ejemplo se ven afectados otros aspectos como la autoestima, la complicidad dentro pareja en el caso que la haya, el cómo mostramos nuestros afectos o deseos.
La terapia de pareja creo que es importante recurrir a ella cuando veamos que aún sintiendo que nos queremos, estamos en una relación donde tendemos a sufrir, ya sea por la dificultad en la comunicación, sexualidad, problemas a la hora de llegar a puntos en común, infidelidades o deslealtades, etc. Cuando sintamos que el hecho de estar en esta relación de pareja, en vez de crecer, y de que la relación sea un plus para este crecimiento, está significando una resta, un freno de nuestra evolución como individuos.
No es necesario recurrir a la terapia de pareja como último recurso, al fin y al cabo toda terapia psicológica individual, grupal o de pareja, es un espacio donde se nos dan unos recursos y un lugar donde poder desarrollarnos en una zona de confort y seguridad.
Creo que primero es importante recurrir a nuestros propios recursos como pareja y como individuos, si estos no llevan a encontrar, elaborar y desarrollar una relación que a los dos nos venga bien, quizá es el momento de recurrir a terapia de pareja.
Las adicciones más frecuentes, dentro de las sustancias, son el tabaco, el alcohol, y el cannabis. Aunque en la cocaína va cobrando más relevancia año tras año. Dentro de las adicciones sociales, las más comunes son la ludopatía (adicción al juego) y la oniomanía (adicción a la compra compulsiva).
Hoy por hoy, la adicción al juego y la oniomanía, son dos adicciones que están aumentando de una forma importante, especialmente entre los más jóvenes. Dentro de las adicciones de sustancias, ha ido variando levemente, pero esas tres son las más significativas, especialmente por su, legalidad (alcohol y tabaco), como por su aceptación social (cannabis). Son sustancias ciertamente toleradas dentro de la sociedad lo que hace, que su consumo y por tanto, la potencialidad del desarrollo de trastornos adictivos, sean superiores a otras sustancias.
Quizás lo que yo he visto en consulta no es que hayan aumentado los problemas del estado de ánimo, sino que los que estaban se han intensificado y agudizado, por tanto, al sentirlos más intensos las personas están acudiendo más a consulta. Los que antes estaba en intensidades bajas y leves, pero no les dábamos mayor importancia, o con los recursos propios los gestionábamos, al ser más intensos, ahora nos sobrepasan.
Los estudios sin embargo dicen que, con la pandemia, problemas del estado de ánimo como la hipocondría, trastorno de ansiedad y trastornos de depresión, han aumentado.