"No hay dos parejas iguales, no hay dos familias iguales, cada pareja y cada familia es única, con sus valores, su manera de dar sentido al mundo y de relacionarse. Cada pareja y cada familia tratan de sobrevivir en este mundo que a veces es muy hostil. Todo esto es muy valioso, y es importante tenerlo en cuenta y respetarlo."
Belén Pizarro, es Psicóloga Licenciada en la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta con más de 15 años de experiencia, ofreciendo terapia desde una perspectiva humanista e integradora. Posee formación en Terapia Gestalt, Terapia Sitémica y diversas corrientes psicoterapéuticas.
Además cuenta con amplia formación en terapia de pareja y terapia familiar, lo que le permite abordar las problemáticas que se presentan en estos entornos, de manera efectiva y logrando resultados excelentes.
Trabajas con diferentes terapias como la Gestalt o la Sistémica, ¿cuáles son sus beneficios?
Sí, una gran base de mi trabajo es la terapia Gestalt y la terapia Sistémica, son dos enfoques psicoterapéuticos que se complementan muy bien y permiten la integración de saberes importantes del psicoanálisis y algunas herramientas cognitivo-conductuales.
La psicoterapia gestalt posibilita un trabajo muy interesante con las emociones, con los pensamientos y también de aspectos corporales. Aunque tiene en cuenta el pasado, trata de centrarse en lo que sucede aquí y ahora, lo que trae la persona en el momento, su ansiedad, su malestar, sus preocupaciones, también sus logros. Para trabajar con ello tiene un amplio arsenal de ejercicios que permiten a la persona tomar conciencia de lo que necesita para que pueda hacer algo por conseguirlo. Es muy práctica y muy interesante para trabajar con ansiedad, estrés, miedo y fobias, depresión, insomnio, dificultades en las relaciones, inhibición o impulsividad, falta de deseo, etc.
La terapia sistémica es un enfoque que permite trabajar de forma individual y con grupos humanos que tienen una identidad propia, esto es parejas y familias. Hay que hilar muy fino en el abordaje de problemáticas que tienen que ver con parejas y familias, saber leer aspectos muy complejos que se dan en estas relaciones y que hacen que la pareja y la familia sea algo valioso y fundamental en nuestras vidas. Por eso este enfoque aporta una gran efectividad al trabajo terapéutico; de hecho es el enfoque que posibilita tratar en caso necesario, con trastorno mental grave. Cuando la demanda de consulta tiene que ver con estas cuestiones lo indicado es que acuda la pareja o el grupo familiar pero también es muy útil para el trabajo en terapia individual porque se puede trabajar con un enfoque sensible a esta complejidad. De lo contrario es posible que se rompan relaciones y vínculos que no es necesario que se rompan o que la terapia no tenga efecto y no consiga su objetivo.
Entonces ¿por qué es complejo el trabajo con familia y parejas?
Es delicado y complejo a la vez. Igual que cada persona tiene su propia identidad, su manera de ser, hemos de añadir que cada pareja y familia también tienen su identidad. No hay dos parejas iguales, no hay dos familias iguales, cada pareja y cada familia es única, con sus valores, su manera de dar sentido al mundo y de relacionarse. Cada pareja y cada familia tratan de sobrevivir en este mundo que a veces es muy hostil. Todo esto es muy valioso, y es importante tenerlo en cuenta y respetarlo. Como dice una maestra mía, cada persona trae consigo un “mundito", también cada pareja y cada familia traen su “mundito” propio.
Y¿qué tipo de problemas se trabajan en una terapia de pareja y de familia?
Pues en realidad de todo tipo, ya que estas problemáticas están relacionadas con depresión, ansiedad, estrés, insomnio, anorexia, bulimia, impulsividad, inseguridad, adicciones y todo tipo de dependencias hasta llegar a trastornos mentales graves como la psicosis.
Otros de los temas a trabajar en terapia familiar tienen que ver con aspectos de la infancia, crisis por adolescencia (retraimiento, agresividad, problemas con normas y límites), llegada o no de un bebé, aspectos identitarios, separación, crisis laboral, enfermedad, fallecimiento de un familiar, etc.
En pareja pueden abordarse todo tipo de problemas sexuales, relacionales y afectivos, proyectos de pareja, hijos o hijas, crisis, incluída la separación o el reencuentro.
Hoy en día, la diversidad sexual está cada vez más presente, ¿trabajas con familias LGTB?
Sí, es un trabajo precioso, al igual que en otras familias son personas muy implicadas en el bienestar familiar, de sus hijos e hijas y también en el de su pareja. Como familias que son, viven los mismos cambios, crisis y bloqueos (nacimientos, abortos, infancia, adolescencia, enfermedad, infidelidades, fallecimiento, crisis laboral, etc).
Hay veces que trabajo de forma individual, otras en pareja y también en familia, dependiendo de la demanda y de la situación. Por aclarar, cuando hablamos de familias LGTB entendemos aquellas en la que al menos una de las personas de la familia es gay, lesbiana, transexual, bisexual o intersexuales. Puede ser porque los padres son LGTB o bien lo son los hijos o hijas. El único problema que viven más intensamente, es la homofobia o LGTBfobia que es el rechazo que existe en la sociedad hacia las personas LGTB. Vivir discriminación es muy doloroso y las consecuencias son duras, generan sentimientos de culpa, vergüenza, soledad. Es una responsabilidad social y de cada persona, no seguir haciéndolo. Si el rechazo viene de la propia familia las consecuencias son más graves. En todas estas situaciones es importante pedir apoyo psicológico, para reparar las heridas así como encontrar soluciones creativas a esta situación.