Entrevista a Araceli Baíllo, Cofundadora del Centro Psicológico R-Inicia

"Muchos de nuestros malestares son síntomas del sistema social en el que vivimos, que nos oprimen psicológicamente en mandatos de género rígidos y que establecen una única forma de ser en función del sexo, el género y la orientación sexo-afectiva."

Araceli Baíllo es licenciada en psicología con especialización en psicoterapia. Está acreditada por lala FEAP (Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas) y asociada a la ACPP (Asociación Catalana de Psicoterapia Psicoanalítica). Es Cofundadora del Centro Psicológico R-Inicia, encargándose de la dirección psicológica del mismo, así como de la coordinación del equipo de psicólogos que forman parte del centro.

¿Por qué decidiste dedicarte a la psicología?

Por vocación, siempre he sentido un enorme interés por las personas, por entender cómo funciona la mente humana, sobretodo la parte inconsciente, desde niña he sentido una enorme motivación por entender como nos construimos las personas y porque somos tan diversas. Por otro lado, por mis características personales empatizo rápido con el sufrimiento del otro y en la psicoterapia he encontrado una herramienta muy efectiva y con mucho potencial, para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, mejorando su salud mental y emocional.

Estudié psicología y cuando me licencié tenía muy claro que quería formarme como psicoterapeuta, así que estudié 5 años más esta especialidad, hice yo un tratamiento personal de 8 años y realicé más de cien horas de supervisión con psicoterapeutas más expertos que yo, para poder estar acreditada como psicoterapeuta en la FEAP (Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas) y poder ejercer esta profesión.

Además de ir formándome en diversos temas dentro de la psicología: maltrato, adicciones, diversidad sexo-afectiva y de género, etc. Así como diferentes modalidades de psicoterapia: parejas, individual, grupos etc.

Realmente has de tener mucha vocación para dedicarte a esta profesión pues has de estar siempre en formación continua.

¿Cómo surge R-Inicia?

Después de más de diez años de ejercer esta profesión en solitario y trabajar las necesidades y las demandas de mis pacientes, siento la necesidad de crear un espacio donde poder ofrecer más servicios a las personas que lo necesiten, como la psicoterapia de grupo, formación, talleres, charlas… Y es entonces cuando me asocio
con Montse Zambudio que es técnica en administración y dirección de empresas y tiene un largo recorrido en el mundo de la empresa y juntas fundamos R-Inicia. Yo llevo la dirección psicológica del centro y mi socia la empresarial, ¡hacemos un buen tándem!

Después de fundar R-Inicia, buscamos un equipo de psicolog@s y psicoterapeutas formados en diferentes corrientes para poder ofrecer un tratamiento a medida a cada persona, pareja o familia, pero con perspectivas similares a la hora de abordar las terapias y entender el sufrimiento humano. Ya llevamos cuatro 4 años.

¿Qué tipo de enfoque tienes como base en las terapias que ofreces a tus pacientes?

En R-Inicia tenemos un enfoque relacional, es decir, entendemos que las personas somos seres complejos y que nos vamos construyendo a través del vínculo, primero con nuestras figuras de apego que suelen ser nuestros padres y luego con el contexto cultural en el que vivimos, así que tenemos una visión profunda del ser humano que nos permite profundizar en las problemáticas que presentan nuestros pacientes.

Además de ir incorporando perspectivas actualizadas como el género o las necesidades de las personas Lgtbi, puesto que las personas somos seres sociales y tanto nuestra construcción como nuestro malestar está muy ligado a nuestra cultura.

A partir de aquí integramos diferentes corrientes (Sistémica, Psicodinámica, Gestalt y Conductual Cognitiva) que nos proporcionan herramientas para trabajar los diferentes síntomas de las personas que acuden a nuestro centro buscando ayuda.

¿Cómo trabajáis desde la psicología afirmativa LGTBI?

Nuestro enfoque sobre la diversidad afectiva-sexual y de géneros, es un enfoque afirmativo- relacional. Donde entendemos la diversidad como una riqueza de los seres humanos y trabajamos desde la psicoterapia aquellas dificultades psicológicas, que pueden presentar en determinados momentos de la vida, las personas con identidades trans*, así como con orientaciones sexo-afectivas no heterosexuales: gays, lesbianas, bisexuales, pansexuales, etc., como consecuencia de los prejuicios generalizados hacia el colectivo LGTBI en nuestra sociedad: homofobia, transfobia, heterosexismo, etc.

Las personas LGTBI vienen por muchos motivos a consulta, no necesariamente relacionados con su identidad u orientación. Cuando si están relacionados, los motivos de consulta con la orientación sexo-afectiva trabajamos:

• Aceptación de la orientación sexo-afectiva.
• Tratamiento de la homofobia, lesbofobia, bifobia etc. interiorizada.
• Tratamiento de las secuelas del bulling homofóbico: ansiedad, dificultad para relacionarse, problemas sexuales, adicciones, etc.
• Dificultades relacionales en la pareja y en la familia.

Y con las identidades trans*:

• Acompañamiento en el proceso de aceptación de la identidad de género sentido.
• Tratamiento de la transfobia interiorizada.
• Tratamiento de las secuelas del bulling transfóbico: ansiedad, dificultad para relacionarse, problemas sexuales, adicciones, etc.
• Dificultades relacionales en el ámbito familiar, laboral, pareja y relaciones sociales en general. No es fácil asumir una identidad trans* en una sociedad transfóbica como la nuestra.
• Acompañamiento psicoterapéutico en transiciones secundarias: familias y parejas que han de aceptar la transición al género sentido de un@ familiar y han de realizar una transición también.
• Informe psicológico para cambiar en el D.N.I. nombre y sexo

¿Cómo trabajáis desde la Psicoterapia Feminista?

Algunas perspectivas psicoterapéuticas convencionales no tienen en cuenta cómo el patriarcado y otros sistemas de opresión, impactan en la salud mental de las personas.

En nuestro centro entendemos a las personas como seres biopsicosociales y relacionales, es decir, los seres humanos nos construimos en un diálogo que se formula a diferentes niveles: biológico, psicológico y social a través de nuestra capacidad para vincularnos.

Por ello entendemos que muchos de nuestros malestares son síntomas del sistema social en el que vivimos, que nos oprimen psicológicamente en mandatos de género rígidos y que establecen una única forma de ser en función del sexo, el género y la orientación sexo-afectiva.

¿En qué te puede ayudar la perspectiva feminista en la psicoterapia?

En el abordaje de problemáticas y sufrimientos, asociados a la visión simplista y reduccionista que tenemos sobre el género, que muchas veces se traducen en: Depresiones, ansiedades, violencias, trastornos de la alimentación, etc...

En ampliar la mirada sobre nuestra identidad, articulando lo individual con lo social. Si te vives en femenino o te sientes discriminad@ por no cumplir con los mandatos sexo-genéricos establecidos en nuestra sociedad como los deseables, te proporcionará recursos para empoderarte en esta sociedad patriarcal.

¿Cómo podemos saber cuándo debemos acudir al psicólogo?

En algún momento de nuestra vida tod@as podemos manifestar alguno de estos síntomas: Adicciones, fobias, trastornos en la alimentación, disfunciones sexuales, estrés, tristeza prolongada en el tiempo, problemas en las relaciones afectivas: con nosotros mismos, la familia o la pareja, podemos sentir que perdemos el control de
nuestro día a día y las circunstancias nos sobrepasan, somatizaciones, ataques de ansiedad, insomnio, deseos de morirse y pérdida del sentido de la vida etc..

Estos síntomas son como una alarma que nos está indicando que algo está pasando dentro de nosotros y es allí donde debemos ir. La Psicoterapia es una herramienta eficaz para resolver los conflictos que sentimos dentro de nosotros, disminuyendo así el sufrimiento personal y aumentando el bienestar en nuestra
vida cotidiana.

En un principio intentamos solucionar lo que nos ocurre por nosotros mismos, utilizando diferentes recursos para que desaparezca el problema: pensamos en las causas, intentamos aprender de la experiencia, dejamos pasar tiempo etc., pero normalmente el problema se va agravando. Cuando estos síntomas nos impiden desarrollar nuestra vida cotidiana con normalidad, es el momento de pedir ayuda profesional, puesto que tendemos a focalizar toda nuestra energía en los síntomas y no podemos desarrollarnos a nivel personal, profesional, familiar etc. La psicoterapia nos ayuda a resolver los conflictos que nos han llevado a manifestar
dichos síntomas.

Otro de los motivos por los que acudir al psicólog@, es el desarrollo personal y autoconocimiento, no es necesario sentir malestar para conocerse mejor así mismo y desarrollar todo el potencial que poseemos.