¿Cómo podemos mejorar nuestra inteligencia emocional y por qué es beneficioso hacerlo?

Laia Montero: "Todas las emociones tienen una función y por eso es importante no invalidar ninguna"

Laia Montero es psicóloga graduada por la Universidad Ramon Llull. Además es Máster Universitario en Psicología Jurídica y en Psicología General Sanitaria por la Universidad Internacional de Valencia

¿Cómo definirías las emociones y qué importancia tienen en nuestra vida diaria?

Las emociones son respuestas o reacciones de nuestro cuerpo ante cambios o estímulos que aparecen en nuestro entorno o en nosotros mismos. Las emociones tienen diferentes componentes: fisiológicos (reacciones físicas), psicológicos (intrínseco), expresión no verbal y significado social (cultura).

Todas las emociones tienen una función y, por eso, es importante no invalidar ninguna. Según la sensación que nos producen hablaremos de emociones agradables o desagradables. Y, según la conducta que desempeñemos, hablaremos de adaptativas o desadaptativas.

Las emociones son importantes para nuestra vida diaria ya que van muy relacionadas con nuestra conducta y nuestros pensamientos. En función de cómo nos sentimos, pensamos y actuamos de una forma determinada y, a la vez, esto influenciará a como nos sentiremos posteriormente.

¿Cómo podemos mejorar nuestra inteligencia emocional y por qué es beneficioso hacerlo?

Para mejorar nuestra inteligencia emocional es importante identificar que estoy sintiendo y que está causando esta emoción. Cuando somos capaces de identificar nuestras emociones nos será más fácil regularlas. Hablamos de regulación emocional a la conciencia, la comprensión y la aceptación de las emociones, así como a la capacidad de inhibir impulsos de las emociones más intensas, modular la intensidad y duración de la respuesta emocional y a la apertura para experimentar emociones desagradables.

Para regular la respuesta psicológica de las emociones podemos realizar actividades como el mindfulness, cambiar nuestras creencias o crear un diálogo constructivo. Para regular la respuesta fisiológica podemos realizar respiraciones conscientes y relajación muscular. Y, por último, para regular la respuesta conductual podemos implementar hábitos saludables, comunicarnos de manera asertiva o realizar actividades físicas.

Cuando mejoramos nuestra inteligencia emocional mejora nuestra autoestima y mejora nuestras relaciones interpersonales.

¿Qué son los estilos de apego y cómo influyen en nuestras relaciones personales? ¿Cómo impactan los estilos de apego en las relaciones de pareja o amistad durante la vida adulta?

La teoría del apego fue desarrollada por el psicólogo británico John Bowlby, en los años (1969-1980), quien sostuvo que los seres humanos tienen una tendencia innata a buscar la proximidad y el contacto con sus figuras de apego, especialmente en momentos de angustia o peligro.

Podemos definir el apego como el vínculo emocional profundo, que se forma entre una persona y sus figuras de apego primarias, en la infancia generalmente son los padres o cuidadores principales. Los estilos de apego se relacionan directamente con el desarrollo emocional, las relaciones interpersonales y la salud mental a lo largo de la vida.

Podemos diferenciar diferentes estilos de apego:

  • El apego seguro: las figuras de apego están disponibles y son efectivas para cubrir las necesidades del niño, lo que genera seguridad y confianza. Las personas con apego seguro en la etapa adulta tienen una mejor autoestima, tienen mayores habilidades sociales, son más resilientes al trauma y tienen una mejor gestión emocional.
  • El apego evitativo: es el resultante de progenitores emocionalmente no disponibles, con estilos de crianza distantes y críticos. El niño aprende a desactivar su conducta de apego puesto que cuando la activa se siente rechazado y aprende a estar mejor si sólo confía en sí mismo. Son adultos que minimizan sus necesidades afectivas y también son menos hábiles para detectar y disfrutar las muestras de afecto de otras personas. Son hiperindependientes ya que su sistema de apego está hipoactivado.
  • El apego ansioso: las figuras de vinculación dan un apego ambivalente. En unas ocasiones son cariñosas y accesibles, y en otras son inaccesibles, por lo que el niño aprende que hiperactivando su sistema de apego mostrando más dependencia, consigue la atención que necesita. Este crea adultos hiperdependientes y angustiados, con miedo al abandono y excesivamente autocríticos.
  • El apego desorganizado: los niños con este estilo vinculativo presentan un sistema de apego hiperactivado e hipoactivado al mismo tiempo y se suele asociar al trauma, puesto que la figura de referencia es amenazante, inestable o peligrosa. El niño por un lado necesita generar conductas de acercamiento para vincularse con el progenitor, pero por otro lado necesita alejarse de él para protegerse. En la adultez este estilo de apego está representado por personas impulsivas y caóticas emocionalmente, cuyo sentido de la identidad propia o ajena suele estar afectado.

¿Qué son las distorsiones cognitivas y cómo afectan nuestra percepción de la realidad?

Las distorsiones cognitivas son maneras erróneas que tenemos de procesar la información. Es decir, analizamos la información de nuestro alrededor de manera errónea generando consecuencias negativas como el malestar emocional y problemas psicológicos.
Algunas de las distorsiones cognitivas más comunes son: la abstracción selectiva o filtraje, la sobregeneralización, la personalización, las afirmaciones de “debería” o “tengo que”, el pensamiento polarizado o dicotómico, el razonamiento emocional, la maximización y la minimización, entre otras.

¿Qué técnicas podemos usar para identificar y corregir las distorsiones cognitivas? ¿Cómo podemos identificar y modificar patrones de pensamiento negativos que afectan nuestro bienestar emocional?

Para mejorar las distorsiones cognitivas y disminuir así el malestar emocional, debemos tomar conciencia de que estilos de pensamientos generalmente poseo. Una manera efectiva para empezar a establecer cambios cognitivos es cuestionar nuestros propios pensamientos. Cuestionarnos nos permite identificar de forma inicial estos patrones de pensamientos para así posteriormente modificarlos con la reestructuración cognitiva. La reestructuración cognitiva es una técnica que nos permite no solo identificar, sino modificar estos pensamientos. Esta técnica consiste en plasmar mis estilos de pensamiento erróneos y transformarlos en pensamientos más adaptativos.

¿Cómo pueden las personas mejorar su salud mental trabajando en estos tres aspectos?

Como se ha comentado anteriormente, para entender la influencia de las emociones en nuestros pensamientos y nuestra conducta podemos hacer referencia al triangulo cognitivo. Cuando modulamos y regulamos la intensidad de nuestras emociones podemos ser capaces de reestructurar nuestros pensamientos. De este modo nuestra conducta también se verá influenciada.

Tanto las emociones, como los pensamientos y la conducta influyen de manera directa en mi bienestar. Trabajar en el empoderamiento personal poniendo el foco en el locus de control interno me permite mejorar la autoestima y el autoconcepto lo cual influenciará de manera positiva en mi salud mental.

Para establecer cambios a largo plazo es importante trabajar en el autoconocimiento. Conocernos nos permite identificar aquellos disparadores que harán que tanto lo que sienta como lo que piense sea desagradable. Además, entender de dónde partimos nos ayuda a enfocarnos a donde queremos llegar.

21 de octubre de 2024 | Tema: Psicólogo Habilidades sociales


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Laia Montero Gascó

Psicóloga en Viladecans - Psicología

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