Elvira Aparici Banegas

Tuve unas sesiones con Elvira cuando tenía 18 años (ahora tengo 26). Necesitaba ayuda porque estaba en una relación tóxica. Era mi primera vez en terapia y no sabía aún cómo funcionaba. Ahora que sí sé lo que es tener una buena psicóloga, puedo decir que en mis sesiones con Elvira me sentí juzgada, sola y cuestionada. Nunca intervenía, me escuchaba llorar y al final de la sesión me decía: “Bueno, tu respira”. Me llegué a sentir culpable, me dio a entender que la única solución era medicarme…

Lamentablemente nada bueno

Mejoraría el trato con el paciente. Me parece que el primer contacto es vital, está señora fue fría y distante desde el principito hasta el final de la sesión. Un saludo con la mano y una despedida sin mano ni nada. Nunca había visto esto. En segundo lugar, me sentí juzgado desde el primer momento, criticó mis decisiones en mi vida y su diagnóstico fue que mi vida era un caos. Un tiempo perdido para ambos que me podía haber ahorrado. Le falta empatía por muy profesional que seas, es vital.