"Esta enfermedad no suele dar síntomas propiamente, por lo que es necesario un diagnóstico precoz hasta que comiencen a aparecer las complicaciones óseas. Es importante no descuidar la historia clínica del paciente, con análisis de factores genéticos, nutricionales, ambientales y factores de riesgo"
Carlos Plana Veret es reumatólogo en el Centro Clínico Betanzos 60. Atiende diversas patologías como: artritis reumatoide, artrosis, gota, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, lumbalgia, tendinitis y osteoportosis.
La osteoporosis es una disminución de la densidad de los huesos que los hace más frágiles, relacionada sobre todo con la menopausia y la edad avanzada.
Los huesos pierden calcio y se vuelven porosos, por esta razón son más débiles y sensibles a sufrir una fractura, especialmente las vértebras, muñecas y fémur.
Esta enfermedad afecta a un 35% de las mujeres mayores de 50 años en España, llegando a un 50% en las mayores de 70 años.
Las principales causas de la osteoporosis son la menopausia y la edad avanzada, aunque existen otras muchas otros factores que influyen: tabaco, alcohol, enfermedades crónicas...
Deformidades óseas tras fracturas, en todo caso. Las fracturas se producen generalmente en en las vértebras toráxicos y lumbares, en el cuello, en el fémur y en el radio distal.
Esta enfermedad no suele dar síntomas propiamente, por lo que es necesario un diagnóstico precoz hasta que comiencen a aparecer las complicaciones óseas.
La enfermedad como tal no provoca dolor, pero sus complicaciones sí pueden producirlo.
Sí, según la causa y, sobre todo, según la edad a la que afecta.
Para diagnosticar la osteoporosis se realiza una densitometría ósea y una analítica específica indicada para estos casos. Es importante no descuidar antes la historia clínica del paciente, con análisis de factores genéticos, nutricionales, ambientales y factores de riesgo, así como la exploración física.
En general el tratamiento es farmacológico, incluyendo medicamentos antirresortivos, que evitan la destrucción del hueso y aumentan el crecimiento del mismo. También medicamentos osteoformadores que favorecen la formación de hueso nuevo, y la vitamina D, que ayuda a mejorar la absorción del calcio.
Además se indican nutrientes óseos básicos como el calcio, fóstoro, flúor y magnesio, y por supuesto la práctica de ejercicio de forma regular, y una alimentación adecuada, en la que se deben incluir alimentos ricos en grasas insaturadas, especialmente los de origen vegetal, también proteínas, preferiblemente de pescado o ave. Además es importante realizar un aporte suficiente de fibra (20-30 g/día).