Aneurismas cerebrales

Al aneurisma cerebral se le conoce como un "asesino silencioso", debido a su potencial de ruptura, ocasionando un sangrado con consecuencias fatales en el momento menos pensado, .

A pesar de que el riesgo de ruptura es muy pequeño, se trata de un problema grave, mortal en más de la mitad de los casos. Con una prevalencia a nivel mundial de alrededor del 4 por ciento de la población, en su mayor parte al sexo femenino, existe un factor genético que puede predisponer a esta enfermedad.

Qué es el aneurisma cerebral

Abordando la cuestión de forma sencilla y breve, la debilidad del tejido vascular es la causante de un aneurisma, provocando la dilatación localizada de una arteria o vena, esta en raras ocasiones.

Una dilatación que, a su vez, provoca una expansión gradual que adopta la forma de una bolsa de sangre. Su aspecto es de un pequeño "globo" que se infla en la pared de la arteria o vena, conocido como "saco del aneurisma".

En esta especie de saco la sangre circula como si de un torbellino se tratase, y está conectado al resto de la arteria por una zona estrecha llamada "collar". Tras formarse, va creciendo de forma lenta por el mismo debilitamiento de la arteria.

Es decir, la arteria se expande de un modo insostenible, pues su pared es frágil, con lo que tiende a hacerlo al mismo tiempo que se acerca a un punto de ruptura, del mismo modo que un globo se hicha más allá de lo aceptable. Si ocurre tal cosa, la rotura del aneurisma causa una hemorragia interna que, en el caso de una arteria cerebral, puede ocasionar la muerte.

Aneurisma cerebral: causas y síntomas

Una vez definida de forma breve, es importante conocer otros aspectos clave del aneurisma: síntomas, tipos, tratamiento y, a modo preventivo o meramente informativo, también posibles causas.

Empecemos por estas últimas, preguntándonos qué puede ocasionar un aneurisma cerebral. En su mayor parte, los aneurismas cerebrales se producen debido a una anormalidad innata de la pared arterial. Por lo tanto, la causa es congénita y se hereda de pasres a hijos, con lo que se presenta desde el nacimiento.

También son más comunes en pacientes con ciertas enfermedades genéticas, entre otras trastornos circulatorios, trastornos del tejido conjuntivo y enfermedad del riñón poliquístico.

El riesgo de desarrollarlos también se asocia a a traumas o lesiones craneanos, infecciones, tumores, arteriosclerosis y otras patologías del sistema vascular, así como abusar de las drogas (incluye beber y fumar, con especial incidencia entre consumidores habituales de cocaína) o, por ejemplo, tomar anticonceptivos orales.

En estos casos, se desarrolla como consecuencia de una lesión de un vaso sanguíneo u otras posibles causas que pueden suceder en el transcurso de la vida por malos hábitos, problemas de salud o antecedentes familiares.

Tipos de aneurisma

Hablamos del aneurisma cerebral en singular, si bien son muchos los tipos de aneurismas que podemos englobar en éste:

• Aneurisma sacciforme, el más común
• Aneurisma de aorta abdominal, producido en el abdomen
• Aneurisma pulmonar, que afecta a los pulmones

Asismismo, la aparición del aneurisma puede ocasionar otras complicaciones, como el desarrollo de una dolorosa neuritis intercostal, una enfermedad que puede ocasionarse por distintas causas y afecta a personas de todas las edades.

Prevención y síntomas del aneurisma

La prevención no suele ser posible, vaya por delante, pues no existe ningún tratamiento preventivo que evite su formación. Sí es factible, sin embargo, controlar factores de riesgo asociados al estilo de vida o a otras enfermedades para así disminuir la probabilidad de que se produzcan o, en caso de haberlo hecho, con el objetivo de evitar ruptura. Aun así, tengamos en cuenta que en muchos casos se trata de una patología con un fuerte componente hereditario.

Los síntomas pueden ser inexistentes. Dependerá también del tipo de aneurisma y de su localización, así como del lugar donde ejerza presión o de si ha roto, en cuyo caso puede sufrirse un repentino e intenso dolor de cabeza, dolores en el ojo, cuello, pérdida de visión, visión doble o zumbido en los oídos.

Tratamiento del aneurisma cerebral

El tratamiento de los aneurismas dependerá de cada caso. A la hora de valorar una posible reparación, entre otros factores, es importante considerar el lugar de localización, el estado general de salud y edad de la persona.

Cuando el aneurisma se ha roto estamos ante una urgencia médica que puede alertar la presencia de síntomas como los anteriores, además de cuello rígico, problemas para hablar, problemas para moverse, párpado caído y disminución de le la sensibilidad en el cuerpo, naúseas, vómitos, confusión, somnolencia y/o zumbido de los oídos.

Si se tiene un aneurisma es importante realizar un seguimiento de su evolución por parte del neurocirujano para actuar en caso de que esté cambiando de tamaño o forma.

Imagen: The RedBurn en Wikimedia