Cardiopatía coronaria

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La relación entre la depresión y la cardiopatía coronaria

Hay evidencias científicas que demuestran que algunos factores psicológicos o sociales pueden afectar al sistema cardiovascular. La depresión, el aislamiento social o las situaciones estresantes en la familia, el trabajo o el entorno social pueden influir en la aparición de enfermedades coronarias y su evolución.

Otros factores como el bullying o la ansiedad también muestran cierta asociación con enfermedades cardiovasculares, pero esta vez de una forma inconsistente.

Algunos estudios de expertos en cardiología demuestran una relación muy estrecha entre la depresión y la cardiopatía coronaria, ya que esta es una variable predictiva del riesgo de infarto de miocardio. De hecho, no se ha observado una distinción de raza, lugar de nacimiento o sexo en cuanto a la prevalencia de esta enfermedad con respecto a los factores psicosociales.

La depresión afecta de forma muy significativa a la calidad de vida del paciente, y de hecho, cuando se trata, el cuadro clínico mejora significativamente en los pacientes con riesgo de infarto que han sido hospitalizados con síndrome coronario agudo, por lo que esta relación debería ser estudiada para prevenir estas situaciones en los pacientes con riesgo.