Diseñan unos sensores de seguimiento que se reabsorben
La temperatura y la presión intracraneal podrían ser controladas a través de una nueva clase de sensores electrónicos y desintegrarse cuando ya no sean necesarios. De esta forma se elimina la necesidad de cirugía adicional para eliminarlos y reduce el riesgo de infección y hemorragia.
Estos sensores, además, se pueden adaptar para el seguimiento postoperatorio en otros sistemas del cuerpo, según han anunciado los investigadores de la Universidad de Illinois que los han desarrollado.
Se trata, pues, de una nueva clase de implantes biomédicos electrónicos, que tienen mucho potencial en determinadas prácticas clínicas, donde se implantan estos dispositivos terapéuticos para realizar una función determinada. La novedad es que estos pequeños sensores pueden autodestruirse una vez que han cumplido su cometido, de forma que no hay que programar una operación posterior para poder extirparlos, y por lo tanto reduce el periodo de recuperación y los posibles riesgos asociados a la operación. Se trata de un gran avance que proporcionará muchos beneficios a los pacientes de varias disciplinas médicas y que podría hacer evolucionar el diagnóstico y seguimiento de muchas enfermedades.