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La importancia de los estímulos sensitivos en el recién nacido

Establecer un vínculo afectivo con el bebé para ayudar a su buen desarrollo y descubrimiento del mundo va más allá de hablarle o acariciarle ocasionalmente.

Según explican Elizabeth Fodor y Montserrat Morán, pedagogas especialistas en primera infancia y autoras del libro "El mundo secreto de tu hijo de 0 a 3 meses. La comunicación no verbal del bebé. El comienzo de la vida", trabajar los estímulos sensoriales ayuda a que el bebé crezca sano emocionalmente.

Desde los primeros meses de vida el lenguaje que se expresa sin palabras es esencial para establecer una conexión afectiva que les ayude a establecer una comunicación en la que descubren el mundo al mismo tiempo que expresan sus emociones.

Las autoras destacan distintas formas de empatizar con el bebé, como el contacto piel con piel mediante masajes y caricias amorosas; la mirada; estimular su oído con susurros, poemas, canciones y sonidos distintos; el movimiento, con el fin de que descubra nuevas habilidades o, entre otras, del cultivo de la atención en un ambiente tranquilo.

Dentro de la comunicación no verbal se engloban otras muchas actitudes y acciones que el neurocientífico Allan Schore define como "amor". Porque, qué duda cabe, un niño amado, al que "se le sonríe, se le abraza y se le ofrece una crianza feliz y divertida" es un bebé feliz.