La depilación láser es un procedimiento utilizado en medicina y cirugía estética y en dermatología, para eliminar el vello no deseado, en cualquier parte del cuerpo, desde la raíz, en cualquier tipo de piel, ya sea morena, blanca o sensible. El láser lo que hace es destruir el bulbo piloso sin que los tejidos adyacentes queden afectados, actúa sólo en zonas oscurecidas por la melanina, por lo que no tiene eficacia con vello muy claro. Para eliminar el vello, serán necesarias varias sesiones, que dependen de la persona, porque habrá pelos que no tienen todavía color negro, al estar en fase de descanso.
Las zonas susceptibles de depilación láser son ingles, piernas, axilas, espalda, brazos, área facial, etc. Se considera de gran utilidad en zonas intolerantes a la depilación convencional, por tener manchas, quistes, etc.; también para deportistas, o para hombres que requieren un cuidado de su imagen.
Cansados del vello que crece a los pocos días de aplicar la cera, la depiladora o las maquinilla de afeitar, son muchas las personas que optan por la tecnología láser para una eliminación definitiva.
Bien sea mediante sesiones en una clínica de belleza o en casa, gracias a las nuevas tecnologías que tenemos a nuestro alcance decir adiós al vello de cara y cuerpo nunca fue tan sencillo.
En ambos casos, el principio es el mismo: atacar la melanina, el pigmento que da color al vello y a la piel, a través de una corta emisión lumínica del láser con el fin de eliminar el pelo definitivamente.
Básicamente, la luz del láser llega hasta la raíz del vello a través de la melanina, por lo que no resulta perjudicial para el resto de la piel gracias a lo que se conoce como fototermólisis selectiva.
Actualmente, se utilizan diversas clases de láser para la optimización de los resultados en función de características como el tipo de piel y de vello. Una personalización que nos ayuda a determinar la existencia de alergias, medicamentos, contraindicaciones, problemas en la piel, etc. que pueden indicar o no su aplicación.
Ya sea facial o corporal, para hombre o mujer, podemos aplicarnos distintas tecnologías, en función de nuestras necesidades. Por ejemplo, mientras el láser Rubí se recomienda con vello negro y piel clara, el láser Alejandrita está pensado para vello oscuro y piel de tono medio.
Por su parte, el láser Diodo se aplica en vello y piel oscura. Otros tipos de depilación láser, por su parte, son eficaces en todo tipo de piel, como el denominado Neodimio-Yang, pero resulta menos eficaz que los anteriores. Por último tenemos al Láser Xenon, Krypton-Argon, que se denomina también Luz Pulsada Intensa (IPL).
En estos casos, el láser se aplica de forma convencional. Es decir, la melanina absorbe una luz monocromática y los fotones (partículas que componen el haz de la luz) van en la misma dirección y comparten una determinada longitud de onda.
La versatilidad es una de las grandes ventajas del láser. Además de las piernas, espalda, o las axilas, será factible su aplicación en zonas muy diferentes sin dejar señales. Además de la cara (bigote y otras áreas donde haya vello indeseado) se obtienen excelentes resultados en las ingles, el pubis, (incluyendo las ingles brasileñas) o, pongamos por caso, el área genital masculina.
Decir que duele sería incierto, puesto que la depilación láser no es dolorosa, pero tampoco por completo indolora. Para hacernos una idea, se le suele comparar con el dolor de un cigarrillo encendido sobre la piel aplicado durante unos microsegundos.
Teniendo en cuenta de que el coste dependerá en gran medida de las características de la piel y el vello, así como del área a tratar y, en fin, de las sesiones necesarias, los precios son muy flexibles.
De forma orientativa, al margen de posibles ofertas y promociones, podemos afirmar que el precio de cada sesión variará en función de la zona. Por ejemplo, oscilará entre los 30 y los 60 euros en piernas o de los 50 a los 90 en zonas íntimas o, por ejemplo, en la zona de la barba.
Por lo general, las clínicas dividen las zonas en franjas de precio según su extensión y dificultad, si bien luego deberá ajustarse al tratamiento personalizado. De nuevo recalcando que el precio dependerá del tipo de láser elegido o de la política de precios del centro (varias zonas a la vez saldrá más económico), podemos tener una idea del montante considerando que suelen precisarse de 5 a 10 sesiones.
También podemos aplicarla de forma casera disponiendo de la máquina necesaria, con la ventaja de poder hacerlo a nuestro ritmo, y también poder amortizarla de manera que nos resulte mucho más económico, aunque el resultado no será tan rápido.
La recomendación más restrictiva se refiere a la protección solar. Otras contraindicaciones se refieren a la mujer embarazada. Si bien se trata de un tema controvertido, por simple precaución no tiene mucho sentido el binomio láser y embarazo.
Con respecto a un hipotético riesgo de cáncer, lo cierto es que distintos estudios han encontrado una asociación entre la falta de ventilación y la inhalación de las finísimas partículas tóxicas que pudieran afectar a la salud. En todo caso, se trata sobre todo de un problema que sufriría el personal de las clínicas, sometido a diario a esta exposición.
Frente al tratamiento conocido de luz pulsada o Intensed Pulsed Light (IPL), en cuyo caso el haz de luz es diferentes colores y su longitud de onda es variable, el láser es similar, aunque logra más precisión.
Sin embargo, el IPL sirve permite tratar distintos tipos de vello con un mismo aparato, sobre todo con la aparición de nuevas tecnologías. Por un lado resultará más adaptable a distintos tipos de piel y vello, pero el láser sigue siendo más efectivo en pieles claras con vellos oscuros, aunque resulta menos económico.
Actualmente, podemos adquirir una depiladora láser en distintos centros, como Carrefour o conseguir nuestro dispositivo de depilación láser en El Corte Inglés, pongamos por caso. Son mucha las posibilidades, destacando la depiladora Remington para cara y cuerpo u otras marcas también punteras de la depilación doméstica, como Braun o Philips.
El importe está entre los 200 y 300 euros de un equipo básico hasta precios más elevados, en función de la marca y prestaciones que nos brinde el aparato. En todo caso, como hemos apuntado, los resultados no serán tan rápidos como en la clínica y el acceso a determinadas zonas requerirá de ayuda.
Recurriendo a centros especializados, los tratamientos pueden adaptarse a nuestras necesidades de forma específica, independientemente de dónde nos encontremos, pues las clínicas (Centros Único, y un larguísimo etcétera de opciones) han proliferado en todo el territorio nacional.
Si bien en sus inicios había que desplazarse a Madrid o Barcelona por ser un tratamiento innovador aún incipiente, ahora encontramos soluciones a la medida (láser diodo o de cualquier otro tipo) prácticamente en todas las ciudades, de Mallorca, Mataró o, por ejemplo, Pamplona. Y, en fin, hasta en pequeños municipios a consecuencia de la alta demanda existente. Independientemente del centro elegido, lo importante es que nos brinden un trato profesional.
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Aspectos más importantes de la depilación láser
La depilación láser es un método muy valorado por aquellas personas que quieren eliminar el vello de alguna parte de su cuerpo de forma definitiva. Este sistema emplea energía luminosa y diferentes longitudes de onda que afectan a la estructura del pelo para evitar su nacimiento.
De esta forma, se toma como objetivo la melanina del propio vello que actúa como diana, y que absorbe directamente esta energía láser y la lleva hasta el bulbo piloso en forma de calor para destruir la raíz del pelo.
El paciente ideal para esta clase de tratamiento es aquel que tiene el pelo de un tono oscuro y la piel blanca, sin embargo, se puede adaptar la energía del láser y la longitud de onda para obtener resultados óptimos en las pieles más oscuras.
Se recomienda tomar precaucion si la persona presenta fotosensibilidad, en situaciones de vitíligo o psoriasis, o si se tiene acné activo.
Esta tecnología no solamente se utiliza a la hora de evitar el crecimiento del vello, sino también desde un punto de vista dermatológico, para tratar manchas en la piel, por eso es muy valorada.
Es importante que el tratamiento lo realice un profesional acreditado que haga un estudio de las características de cada paciente para evitar lesiones y para obtener resultados óptimos en el menor plazo de tiempo posible.
Foto: MisterDropi en Wikimedia