El estudio de la composición corporal es una de las pruebas diagnósticas utilizadas por los nutricionistas para determinar el estado nutricional de la persona, ya que a través del mismo se cuantifican las reservas corporales, la masa corporal, la masa ósea y el agua, siendo de gran utilidad para la detección de desequilibrios nutricionales, que se dan por ejemplo en la obesidad o el sobrepeso, donde la masa grasa es excesiva, o en la desnutrición, donde masa muscular y grasa disminuyen considerablemente. Su estudio es fundamental para ajustar las dietas, los programas de adelgazamiento y pérdida de peso, o los de ganancia de peso, así como la nutrición deportiva. Es complementaria de la prueba de Cálculo del Índice de Masa Corporal, en la que sólo se tiene en cuenta el peso o masa grasa y la altura de la persona.
A través del análisis antropométrico se puede conocer la estructura del cuerpo en su conjunto, los diferentes tipos de masas, a las que hacíamos referenica previamente y los cambios que se producen en función del sexo, la edad, las situaciones patológicas vividas o el estilo de vida.
Un análisis exhaustivo determinará el agua presente en el organismo, la masa grasa y magra, la masa celular y los minerales presentes en los huesos.
La bioimpedancia es el método para estudiar la composición corporal, midiendo el agua intra y extracelular, la masa grasa, la masa magra y la masa ósea. Se pueden utilizar diferentes aparatos, unos más precisos, como los bioeléctricos.
"Un sistema de bioimpedacia eléctrica que permite estimar la composición corporal del paciente diferenciando entre % Grasa corporal, % Hidratación y Kg masa magra, nos ayuda a evitar centrar objetivos en el peso, haciendo visible los cambios internos a lo largo del tratamiento. Dando mayor importancia al cambio de patrón de estilo de vida en lugar de centrar el éxito en una cifra que no podemos controlar.
Además, la gran variedad de ramas de investigación que hace que cada vez conozcamos más sobre:
Anabella Lara Redondo, Nutricionista en Sevilla
La interpretación de los resultados debe corresponder siempre a un nutricionista, ya que si el diagnóstico no es adecuado, se pueden cometer errores en la elaboración de dietas y pautas de conducta alimentarias.
Este estudio se ha utilizado principalmente en el ámbito de la nutrición deportiva, ya que permite determinar cómo debe ser el cuerpo ideal, en los deportistas, de forma individual y personalizada, determinando la masa grasa, la masa muscular y la masa ósea, que necesitaría para conseguir el máximo rendimiento.
En la actualidad se utiliza cada vez con más frecuencia para realizar un seguimiento en adultos, en los que se ha recomendado una dieta o programa de nutrición personalizado, para conocer mejor la efectividad de la misma, comprobando que los pérdida de grasa corporal se realiza de forma saludable y equilibrada y que se regulan correctamente los líquidos corporales.