Dentro de cualquier tratamiento psicológico el apartado de evaluación clínica o evaluaciones psicológicas es fundamental e indispensable porque es el que marcará la hoja de ruta donde el profesional de la psicología se va a poder mover para buscar un resultado exitoso en el paciente, manejando toda la información posible sobre el caso.
Dentro de la psicología el apartado de evaluación es una disciplina que en todo momento ha sido dinámica y que ha evoluciona desde el psicodiagnóstico, encasillado en los test más estático, hasta la evaluación psicológica más global y en movimiento.
Como definición reciente podemos tener en cuenta la referencia de Fernández Ballesteros que refleja la Evaluación psicológica como “La disciplina de la Psicología que se ocupa del estudio científico del comportamiento (a los niveles de complejidad necesarios) de un sujeto (o un grupo especificado de sujetos) con el fin de describir, clasificar, predecir y, en su caso, explicar y controlar tal conducta (1999)”.
Según los autores claves en esta materia Pelechano, Garaigordobil, Kichner, Roig, entre otros los objetivos de la evaluación son los siguientes:
Los instrumentos de evaluación psicológica han evolucionado hasta la existencia de instrumentos estructurados como los test, los cuestionarios y las escalas y los instrumentos no estructurados como las entrevistas. Un buen profesional de la psicología siempre dedicará un tiempo pertinente y una atención relevante a esta fase del proceso.