Hoy en día la comunicación ha tomado un papel muy relevante en la sociedad, tanto en el plano real como en el plano de la realidad 2.0 con la llegada de las redes sociales. Podemos encontrar multitud de recursos que nos indican como potenciar nuestras habilidades sociales: cursos, libros, charlas…pero ¿Qué son en sí mismas las habilidades sociales? ¿Cuáles son las básicas que los seres humanos practicamos desde el inicio de nuestra vida?
El concepto de habilidad social no tiene una definición única y determinada, ya que es difícil el consenso entre las disciplinas científico-sociales, pero podríamos decir, en líneas generales, que son un conjunto de conductas adquiridas de manera natural no innata, que nos permiten cubrir la necesidad vital de relacionarnos con los demás de una manera efectiva y satisfactoria para todos. Los matices posteriores surgen teniendo en cuenta el contexto sociodemográfico de crecimiento de cada persona, ya que en cada lugar las conductas sociales pueden variar, así como el tipo de conductas aprendidas en nuestro entorno familiar y su patrón de éxito al ser extrapoladas a la convivencia del contexto social.
Las habilidades sociales básicas están vinculadas con los siguientes conceptos:
A nivel de conductas las iniciales que todos aprendemos en mayor o menor medida son: escuchar, presentarnos, iniciar una conversación, mantenerla, dar las gracias, formular preguntas, hacer cumplidos, mantener un diálogo, despedirnos.
Precisamente porque las habilidades sociales no son innatas podemos aprenderlas, modificarlas y ser capaces de mejorarlas. No las dejemos de lado porque es la herramienta más valiosa que tiene en su poder el ser humano y a través del cual podemos conseguir todo lo que nos propongamos para mejorar nuestro día a día y el de los demás. En estos momentos la disciplina del coaching está trabajando bastante en cómo mejorar estas habilidades sociales.
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¿Existe un deporte educativo?
La socialización es el proceso por el cual las personas aprendemos normas, actitudes, valores para el desempeño de roles en la comunicación con el resto de iguales. En el ámbito deportivo existen índices socializadores que son determinantes para entender el proceso de socialización sobre todo en el ámbito deportivo infantil y son los siguientes:
- Agentes de socialización (los padres, entrenadores, el público, los organizadores...)
- Situaciones socializadoras (cuándo, dónde, quién, impacto de la situación…)
Los investigadores sobre la materia Brustad y Greendorfer que se centraron en las variables psicológicas que se aplicaban al deporte dejan de lado la importancia de las influencias sociales y se centran en buscar el proceso específico, también automotivacional del niño, que hacen que un deporte se inicie, se mantenga y se consolide.
Existe el debate de que algunos de los agentes socializadores que se encuentran en la realización del estudio consideran que los programas de iniciación infantil copian en su gran parte los modelos deportivos de adultos que fomentan conductas de poco juego limpio y otros afirman que desde una visión más tradicional, quizá que las prácticas deportivas que se generan en entornos positivos y socializadores generan conductas de cooperación y colaboración grupal. Por otro lado la mayoría de los psicólogos comparten que el deporte tiene un componente beneficioso en sí mismo por el reto personal que supone y la sensación de logro individual pero que por otro lado la práctica real será más motivadora o menos para el menor sobre todo en función de los agentes socializadores del entorno.
Como medidas de protección los psicólogos plantean la intervención de la siguiente forma:
- Desarrollando la cooperación y fomentando entre los niños estrategias de razonamiento ético y moral en los entrenamientos pero en las propias clases de educación física de los colegios.
- Promocionar los valores deportivos a través de la población con campañas nacionales de juego limpio y no realizando debates ante conductas objetivamente inadecuadas o antideportivas.
- Mejorar la formación tanto profesional como en contenidos psicológicos de los entrenadores y el resto de personal que rodea los deportes infantiles.
- Mejorar la formación y asesoramiento de árbitros y resto del equipo así como de los propios organizadores de las competiciones.