Los implantes faciales son dispositivos médicos diseñados para mejorar la estructura y la apariencia facial mediante la adición de volumen y definición a ciertas áreas del rostro. Estos implantes se utilizan en cirugía estética facial para corregir defectos congénitos, tratar el envejecimiento facial o mejorar la armonía y proporción facial.
Algunos de los implantes faciales más comunes incluyen:
Los implantes faciales pueden estar hechos de diferentes materiales, como silicona sólida, materiales biocompatibles o grasa propia del paciente (lipofilling). Cada tipo de implante tiene sus ventajas y consideraciones específicas, que deben ser discutidas con el cirujano plástico para determinar la opción más adecuada para cada paciente.
Es importante tener en cuenta que la elección de un implante facial debe basarse en una evaluación exhaustiva de las necesidades y deseos del paciente, así como en un análisis facial completo. Los resultados deseados y las expectativas realistas deben ser discutidos en detalle con un cirujano plástico especializado en cirugía facial, quien evaluará la estructura facial del paciente y recomendará la opción más adecuada para lograr los resultados deseados.