Los papilomas, también conocidos como verrugas plantares, son pequeñas lesiones, benignas, de las células epiteliales, que ocasiona el Virus del Papiloma Humano, y que se diferencian de las durezas porque producen más dolor al pellizcarlas y porque tienen puntos sangrantes al rasparlas.
Hay factores que hacen que sea más fácil contraer un papiloma:
- Heridas, que facilitan que el virus entre
- Humedad y calor en el pie por uso de calzado con mala transpiración, exceso de sudor, calcetines no adecuados, etc
- Defensas bajas
- Problemas de higiene. El contagio es más fácil en duchas o piscinas públicas.
La forma de tratar los papilomas será determinada por el podólogo, tras su análisis:
- Tratamiento químico con ácidos como puede ser el nítrico, tricloroacético, salicílico, monocloroacético, entre otros.
- Tratamiento con nitrógeno líquido, lo que se conoce como crioterapia
- Inyección de antibiótico citostático, muy agresivo, que no está indicado en pacientes que tengan problemas cardíacos, respiratorios, en mujeres embarazadas o en niños.
- Cirugía podológica, que será le recurso último, si lo demás no funciona.