Plicatura gástrica

La plicatura gástrica es un procedimiento quirúrgico para controlar la obesidad y perder peso, realizado por cirugía laparoscópica, mínimamente invasiva, que además tiene la ventaja de no seccionar el estómago, a diferencia del bypass gástrico o de la manga gástrica. Lo que hace la plicatura gástrica es limitar el tamaño utilizable del estómago por debajo de la mitad, hasta un 20%, al doblar sobre si mismo el borde mayor, creando una pliegues en el interior del estómago, limitando también el alimento que la persona es capaz de ingerir. Los funciones normales del estómago se mantienen, pero el paciente ya no puede comer mucho, y se saciará antes. El peso se reduce en un 50-60% del exceso, en un primer año. La operación durará 40 minutos y al igual que en el resto de cirugías mínimamente invasivas, el ingreso en el hospital será de alrededor de 24 horas, pudiendo volver a la cotidianiedad en 3-4 días. 

La plicatura gástrica se realizará por los especialistas en aparato digestivo y en cirugía general y se recomienda en personas cuyo IMG, Índice de Masa Corporal sea superior a 40, o a 35 si presentan adicionalmente problemas de hipertensión arterial o diabetes, en personas en las que otro tipo de operaciones suponen demasiado riesgo, cuando se está dispuesto a un cambio en el estilo de vida, con incremento de la actividad y siempre tras unos exhaustivos análisis previos, que determinen la idoniedad.

Tras la realización de la operación el paciente tendrá que aprender a comer de otra forma, inicialmente sólo se ingerirán líquidos, en las dos primeras semanas, para posteriormente ir introduciendo líquido espeso y poder ingerir alimentos sólidos una vez trascurrido un mes de la plicatura. Dado que se aportan menos minerales y vitaminas al organismo, el aporte vitamínico, mediante un suplemento será importante.

Algunos de los riesgos son la formación de coágulos de sangre, sangrados o infecciones, que se evitarán poniéndose en manos de profesionales muy especializados.