Los queloides o cicatrices queloides son un problema dermatológico, caracterizado por un crecimiento excesivo del tejido cicatricial que se forma tras una lesión de la piel, como por ejemplo, quemadura, acné, intervención quirúrgica, varicela, vacunas, traumatismo, etc. Son más frecuentes entre los 10-20 años de edad.
Las características de los queloides son:
- Su color rojo, carne o rosado
- Su localización donde estaba la lesión
- Picazón
- Irritable ante el roce de la ropa u otros
- Presentar una protuberancia o rebordes
- Etc
El dermatólogo deberá examinar la piel, para determinar la presencia de un queloide y se puede recurrir a una biopsia de piel, si se considera que ay riesgo de algún tipo de tumor de piel.
Los queloides no son peligrosos para la salud, pero si afectan desde un punto de vista estético. Se pueden tratar y disminuir el tamaño, mediante:
- Inyecciones de corticoides
- Crioterapia o congelamiento
- Cirugía con láser
- Técnicas quirúrgicas
- Radiación
- Productos de silicona. Láminas de gel de silicona, que para ser efectivas deberán aplicarse durante dos meses, 24 horas diarias.
Existe una novedosa técnica de tratamiento de los queloides, sin necesidad de realizar una cirugía láser u otro tipo de intervención quirúrgica, que consiste en masajear la zona del queloide con un rodillo, roller, de microagujas, que regularizan el tejido cicatricial, haciendo que el mismo no sólo no crezca, sino que se reduzca. Se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo, incluídas las más sensibles.
Algunas medidas preventivas si se tiene un queloide consisten en evitar la exposicion solar, mediante un parche; utilizar protectores solares. También se puede prevenir que se formen queloides tras una cirugía, utilizando cremas recomendadas por el dermatólogo, como Imiquimod.