El quiromasaje, si nos atenemos a su signficada literal, teniendo en cuenta que "quiros" es manos en griego, es un "masaje manual" o "masaje realizado con las manos", que se diferencia de otras técnicas utilizadas en fisioterapia o en terapias alternativas, por no utilizar aparatología ya sea de tipo mecánico o eléctrico. Existen diferentes técnicas para realizar el quiromasaje y en muchas ocasiones se complementa con otras terapias alternativas, como por ejemplo la aromaterapia, homeopatía o acupuntura.
Si hacemos un poco historia, el masaje manual se practica hace miles de años, por ejemplo, los sumerios los realizaban hace 4000 años, y el quiromasaje es una de sus evoluciones, empezando a ser conocido como tal a final del S. XIX, siendo el resultado de combinar el masaje turco, el sueco y el oriental, con otras técnicas de amasamiento y manipulación, que lo hacen totalmente innovador.
El quiromasaje tiene diferentes objetivos, que se pueden resumir en salud o tratamiento del dolor y relajación. En el caso de que exista dolor, será necesario un diagnóstico de partida, basado en observación; palpación; determinación de zonas de Head o zonas de especial sensibilidad dolorosa o hiperalgesia, que se producen en la piel y ponen de manifiesto la problemática que existe en un órgano interno; prueba de "pinza rodada". La realización de diferentes "maniobras", muchas veces similares a un amasamiento, pero entre las que también están estiramiento o cinesiterapia, se realiza de forma progresiva, aumentando poco a poco su intensidad y acabando en modo suave.
Los beneficios que comporta el quiromasaje son variados, de ahí su valor tanto para el tratamiento de dolencias, como para la relajación, frente a tensiones acumuladas. Entre estos beneficios podemos destacar: