La tos productiva es una tos que va a acompañada de flema o de moco, que también se conoce como tos húmeda o bronquial. Se trata de una tos con una utilidad, la defensa del organismo frente a los cuerpos extraños, partículas irritantes, etc.. A través de esta tos, la suciedad, el polvo o las partículas extrañas se expulsan, evitando que pasen a los pulmones, haciendo que estos estén despejados. Es diferente de la tos irritativa o tos seca, que está libre de expectoración y por ello mismo puede tener una duración mayor, e incluso se puede convertir, pasados unos días en tos productiva.
Las causas de la tos productiva suelen ser la gripe o el simple resfriado. La flema o mucosidad, un líquido viscoso, verde, amarillo o blanco, se puede acumular en los pulmones, e incluso ir hacia la parte de atrás de la garganta, siendo necesario para el organismo que salga de ahí, dando lugar a la tos productiva.
El color del moco, nos puede dar idea de su origen, si es verde puede indicar la existencia de infección bacteriana, si es amarillento, puede ir asociado a que las vías respiratorias se inflamen. Si el moco es espumoso puede ser resultado de reflujo gastroesofáfico o de neumonía.
Los síntomas son:
Sería un error tratar de eliminar la tos productiva, cuyo objetivo es que la flema de las vías respiratorias y pulmones sea expulsada. Para ayudar a la expulsión del moco o a su descomposición, haciendo más fácil la tos, se puede recomendar algún expectorante.
Es importante una adecuada hidratación con líquidos y si se necesita alivar el picor, la aspereza o dolor de garganta, se pueden utilizar tabletas para chupar.
La tos productiva, al igual que la irritativa, puede durar entre 2 y 3 semanas, pero si dura más es necesario consultar con el especialista, médico general o alergólogo, para descartar afecciones de tipo alérgico o crónicas.