La memoria hace referencia a la facultad que tenemos para evocar, retener y almacenar información y vivencias, que intermedia entre los inputs que recibimos del exterior y cómo respondemos a ellos. Es una capacidad que se necesita en todo proceso de aprendizaje y para cualquier actividad intelectual. Si se produce una alteración o problema con la misma, estaremos ante un trastorno de la memoria, que podrá ser tratado de forma coordinada por un neurólogo y neuropsicólogo. Estos problemas afectan fundamentalmente a personas mayores, que padecen patologías neurodegenerativas, como por ejemplo el Alzheimer, pero también pueden afectar a personas más jóvenes que hayan sufrido algún tipo de traumatismo craneal, accidente cerebrovascular, etc.
Las alteraciones en la memoria tienen dos tipos de causantes principales:
En el caso de personas mayores además se asocian entre otras a:
El neurólogo será quién determinará la presencia de alguna alteración de la memoria, partiendo de una exploración detallada del paciente, un psicólogo realizará la evaluación neuropsicológica. Se pueden utilizar pruebas de diagnóstico por la imagen, como la resonancia magnética craneal, o el TAC craneal.
El tratamiento combinará la utilización de fármacos, según prescripción del neurólogo, que se complementarán con pautas psicológicas personalizadas, que contemplan la rehabilitación y estimulación cognitiva, apoyo a familiares, etc. Además no se puede olvidar el control de patologías asociadas como puede ser la diabetes, hipertensión arterial, etc.
El seguimiento será permanente, así como el apoyo a la persona responsable de los cuidados, que puede ayudarnos a prevenir nuevos problemas, mejorando así la calidad de vida del paciente.
¿Son graves todos los trastornos de memoria?
Todos sufrimos de vez en cuando trastornos de memoria pasajeros. Normalmente se producen porque el cerebro da prioridad a algún tipo de información, pero hay que identificar cuando la pérdida de memoria es anormal y debe ser evaluada por un neurólogo u otro especialista.
Existen factores que pueden aumentar el fallo o la aparición de trastornos de memoria, y que no significa que esté apareciendo una demencia. Si una persona olvida segmentos de una conversación no es algo grave, lo es si olvida la conversación entera, y habría que ver a un profesional.
Algunos factores que pueden estar asociados a una pérdida de memoria son: Ingesta de determinados medicamentos como los ansiolíticos o antidepresivos, exceso de alcohol o drogas, el estrés exagerado, la depresión, que hace que pierdas interés por las cosas, el no descansar de forma adecuada, la tiroides hipoactiva, entre otras.
Si el paciente nota cada vez más lagunas o pérdida de información, entonces debe ser evaluado por un especialista. El deterioro cognitivo leve es una condición que se caracteriza por una falta de memoria más allá de lo esperado para su edad, pero que no es suficiente para alterar las actividades diarias. La forma más grave de trastornos de memoria es la demencia, que afecta mucho a la calidad de vida del enfermo y que requiere un tratamiento intensivo para paliar sus síntomas. Lo importante es que si hay cambios de este tipo que afecten al desarrollo del día a día hay que asistir a un especialista.