Hablamos con Laura Vera, terapeuta especialista en pareja y sexo, con máster en sexología y formación en educación para la igualdad de género y relaciones de pareja, sobre los problemas más comunes de las parejas que acuden a su consulta, y los tipos de terapia que se utilizan para abordar sus problemas. También conversamos sobre los tabúes que aún existen alrededor de la sexualidad, sobre la importancia de la comunicación en la pareja, y la necesidad, en muchos casos, de buscar ayuda profesional para dar solución a sus problemas.
Después de acabar los estudios de Terapia Gestalt, me entró el gusanillo de aprender más sobre las emociones, mi personalidad y sobre el porqué algunas personas nos comportamos como nos comportamos. Me interesé por la carrera de criminología, la cual aún estoy estudiando y mientras tanto me saqué un máster de sexología y de terapia de parejas. Viajé y viví en Irlanda, Reino Unido, Francia y actualmente vivo entre Reino Unido, España y Croacia. Me he demostrado a mí misma que podía conseguir lo que quisiera.
Sufrí personalmente una relación de dependencia emocional y abuso emocional, estaba como en un agujero, no salía de relaciones tóxicas o complicadas. Por mucho que lo intentaba, no lograba salir de aquella espiral tan destructiva. Me di cuenta de que ni mis estudios, experiencia y conocimientos podían ayudarme a salir de allí, ni mucho menos me daban las respuestas que yo necesitaba.
Aun así, no me daba por vencida y poco a poco fui descubriendo que sufría dependencia emocional. A partir del momento en el que me di cuenta del “para qué” estaba viviendo eso, mi vida cambió por completo. Pude recuperar mi autoestima, superando aquel enganche tóxico. Lo que había vivido me indicaba cuál era mi verdadero propósito en la vida: ayudar a todas las personas que lo necesitaran a recuperar su autoestima, dejar de sufrir en relaciones de pareja tóxicas y a conseguir la independencia emocional.
A día de hoy, después de trabajar con cientos de pacientes, he podido comprobar que con las herramientas adecuadas, podemos superar la dependencia emocional de manera definitiva, reforzar nuestra autoestima y enfocarnos hacia la dirección adecuada para materializar nuestros verdaderos deseos.
¿Y el porqué de la sexología? Sobre todo porque cuando tu autoestima está mal, cuando estás dependiente, cuando no has tenido nunca un orgasmo o una relación sana con alguien, ¿cómo puedes tener una relación sexual sana contigo?
Muchos problemas sexuales están relacionados con cómo nos comportamos, cómo pensamos, y de ahí que cada vez me interesase en ayudar a más gente a disfrutar de su sexualidad.
Los problemas por los que acuden las personas a mi consulta pueden dividirse en aquellos que son tratados en la terapia sexual, y los que se tratan en terapia de pareja.
En el ámbito de la terapia sexual, los más comunes son las dificultades para llegar al orgasmo o disfrutar, falta total de erecciones, erecciones cortas y no satisfactorias, vaginismo, dolor en el coito, insatisfacción sexual, falta de deseo, dificultades en la fase de excitación, eyaculación precoz, miedos, timidez excesiva, problemas para aceptar la orientación sexual, enriquecimiento erótico, y otras cuestiones que afectan la vida sexual, y no le permiten a las personas estar a gusto con su cuerpo y sus relaciones sexuales.
En lo que concierne a la terapia de pareja, los problemas más frecuentes son los celos, infidelidad, problemas de convivencia, discusiones continuas, atracción por terceras personas, problemas de comunicación, ausencia de apetito sexual, dificultades de origen sexual, dependencia emocional y adicción a la pareja.
En la consulta abordamos estos problemas desde la psicoterapia y psicoeducación, con un enfoque cognitivo-conductual.
Tratamos los problemas que generalmente tienen que ver con las limitaciones físicas del paciente a la hora de mantener relaciones sexuales, y le generan angustia y preocupación.
Muchas personas creen que estas limitaciones son físicas e irreversibles, pero en muchos casos esta limitación está solo en la cabeza. Con terapia sexual y trabajo, se consiguen resultados antes de lo que el paciente imagina.
La sexualidad sigue siendo un tema tabú. Debemos comprender que la salud sexual es una parte importante de la vida, al punto de que puede llegar a condicionar el resto de nuestra salud y felicidad. Una sexualidad sana es un indicador de salud, y en consecuencia, de calidad de vida.
La gente necesita recibir una mejor educación sobre el sexo para entenderlo mejor. No se nos suelen enseñar los aspectos personales de la sexualidad, como su relación con nuestra identidad, la comprensión de nosotros mismos, nuestras emociones y la confianza en nosotros mismos. También deberíamos aprender a relacionarnos con los demás de forma sana.
Desgraciadamente, la sexualidad es un ámbito que se ve con malos ojos, y normalmente sólo se habla de ella en relación con la salud física. A menudo se enseña desde el miedo y no desde la comprensión y las emociones. Afortunadamente, esta percepción está empezando a cambiar.
Muchas parejas enfrentan es su intimidad, los problemas, especialmente aquellos que afectan a su vida sexual, incluso con cierta vergüenza. Pero estos problemas son muy comunes. Entre el 15% y el 20% de las mujeres sufren disfunción orgásmica, y entre un 15% y un 30% de los hombres padecen eyaculación precoz. Es importante que la pareja se apoye entre sí, y consulten con un profesional de la sexología.
La comunicación es clave. Cuando una mujer no llega al orgasmo, en muchos casos es por qué no está concentrada en el acto y las sensaciones que este produce, porque no guía a su pareja hacia los puntos de placer o simplemente porque no conoce su propio cuerpo.
En el caso de los hombres, la eyaculación precoz suele suceder por problemas de ansiedad, al sentirse presionados por complacer o aprovechar el momento. Lo mejor en estos casos es llevar las cosas despacio y ayudarlo a desconectar del mundo y conectarse con el sentir.
Recomiendo usar estos espacios en los que se tiene sexo sin penetración, para conocer el mapa sexual de tu pareja. Aquí no importa el orgasmo, sino el camino hacia él.
Cuando hacer lo mismo no funciona, la recomendación es pedir ayuda a un profesional.