Rodríguez Martín-Millanes, Eladio

Nada bueno. Un trato irrespetuoso y una soberbia increíble hacia los pacientes. Una vergüenza el trato a mi madre. Más que intentar curar a los pacientes y explicar las cosas bien, parece que su único interés es quitárselos de en medio para ahorrar y acabar el día cuanto antes. Me pregunto si los buenos comentarios en esta página no han sido escritos por él mismo o sus allegados. Una vergüenza, vayan a otro especialista.

Pues no entiendo tanta mala crítica a este señor. Me puse en sus manos por un desafortunado accidente donde me rompí un tobillo (tibia y peroné) y estoy segura que gracias a su buen hacer, casi tres meses después, camino casi con total normalidad. Es un PROFESIONAL como la copa de un pino. Lo recomiendo al 100%

Su carácter y personalidad van aparte. Quizás no sea el médico más simpático del mundo pero es un GRAN TRAUMATÓLOGO, que es lo que realmente importa. De todos modos personalmente, y en mi caso particular, siempre se comportó de forma impecable y siendo amable y muy atento...

Es un malísimo profesional. Operó de cadera a mi madre la operación ha sido un desastre, no puede andar y la tienen que volver a operar, quitarle los clavos que están mal puestos y ponerle una prótesis. En Madrid tienen que arreglar la mala profesionalidad de este médico. No lo recomiendo a nadie.

No tiene nada de nada bueno, un trato pésimo al paciente, una falta de respeto al hablar y al tratar a los pacientes, no se como puede dedicarse a esto, se nota que no le gusta su profesión, no recomendable, mirad otros traumatologos antes que ir a este señor

Hay algunos médicos que se creen Dioses y éste es uno de ellos, desde el principio de la consulta nos ha tratado fatal y nos ha hablado con una falta de respeto y mu poca profesionalidad. no recomendable para nada

Por si ayuda a alguien, yo no permitiria que este señor me tratara ni a nadie a quien tuviera el mas minimo aprecio. Ya ha cometido 2 errores en mi entorno y en el segundo se quedo tan ancho al afirmar que no pasaba nada por quedarse en silla de ruedas. Vergonzoso.

es un profesional en todo el sentido de la palabra. atento, sobre todo con niños y ancianos con los que su amabilidad es exquisita.