"La cirugía de colocación de una prótesis de cadera se recomienda en aquellos pacientes con enfermedades degenerativas de la cadera en los que el dolor, la cojera y la rigidez generan una incapacidad tan grande que deteriora de manera muy significativa la calidad de vida del paciente."
El Dr. Francisco Del Canto Iglesias es un traumatógo con dilatada experiencia en cirugía de prótesis de cadera y de rodilla. Su especialización en Cirugía Ortopédica y Traumatología y sus estancias en centros de reconocido prestigio a nivel internacional de USA y el Reino Unido en el ámbito de la Cirugía de Cadera, junto con más de 500 pacientes tratados avalan su trabajo.
Se trata de un procedimiento en el cual sustituimos la articulación de la cadera del paciente por una prótesis. Este implante, está formado por tres componentes: un cotilo o componente acetabular, un vástago o componente femoral y una cabeza protésica.
Las prótesis están hechas habitualmente de titanio y pueden fijarse al hueso con o sin la ayuda de cemento quirúrgico. En la parte articular, el interior del cotilo suele ser de polietileno y la cabeza de la prótesis de cerámica.
El tipo de prótesis a utilizar se ha de individualizar en función de cada paciente.
La cirugía de colocación de una prótesis de cadera se recomienda en aquellos pacientes con enfermedades degenerativas de la cadera en los que el dolor, la cojera y la rigidez generan una incapacidad tan grande que deteriora de manera muy significativa la calidad de vida del paciente.
La indicación para la cirugía ha de ser individualizada y varía de unos pacientes a otros en función de la edad, el estado de salud previo, el grado de actividad o la calidad ósea.
Hablamos de un tipo de cirugía con tasas de éxito por encima del 90%, de resultados excelentes y tasas de satisfacción elevadísimas entre los pacientes operados.
Se la considera el avance médico del siglo XX que ha aportado un mayor aumento en la calidad de vida de los pacientes.
La recuperación para los pacientes suele ser muy buena, el postoperatorio no es especialmente doloroso y el día siguiente de la operación el paciente es capaz de levantarse y empezar a dar los primeros pasos con la ayuda de dos muletas.
El periodo de ingreso hospitalario varía de unos pacientes a otros, pero, de media, está entre los 2 y los 4 días. Durante esos días el paciente recibe la visita del fisioterapeuta y comienza el tratamiento de rehabilitación.
Normalmente, un mes después de la operación, los pacientes se encuentran muy recuperados, siendo capaces de caminar distancias largas con mínimas molestias y siendo independientes para realizar la mayoría de las actividades de la vida cotidiana.
La capacidad de recuperación varía de unos pacientes a otros y depende de varios factores como: la edad, el estado de salud previo, la calidad ósea y el tipo de técnica quirúrgica empleada.
En general, se trata de una cirugía con una tasa de satisfacción muy elevada y los pacientes recuperan su vida normal entre los 3 y los 6 meses después de la operación, sin dolor y con la única restricción de evitar los deportes de alto impacto.
Son muchos los factores que influyen en la duración de una prótesis de cadera, entre ellos: el estado del paciente, el nivel de actividad y el peso, así como el tipo de prótesis, la técnica quirúrgica y la precisión durante la intervención.
De todos estos, el factor más importante, es la precisión en la técnica quirúrgica, de ahí la importancia de la elección de un cirujano con amplia experiencia en este tipo de cirugía.
La calidad de la prótesis y su capacidad de fijación al hueso a largo plazo es otro de los factores determinantes. En este sentido nosotros utilizamos los implantes tecnológicamente más avanzados del mercado, hechos de Titanio Trabecular, manufacturados con un sistema de fabricación aditiva 3D, capaz de imitar al propio hueso esponjoso y promover la fijación biológica a largo plazo.
Los estudios demuestran que más del 80 % de todas las prótesis de cadera implantadas, duran al menos 15 años, y más del 70 %, al menos 20 años.
El uso de materiales de última generación como el titanio trabecular y las cerámicas delta, puede hacer aumentar la supervivencia de la prótesis por encima de los 30 años.
A pesar de que la prótesis de cadera es una intervención con tasas de éxito muy elevadas, en ocasiones fracasan y nos vemos obligados a tener que recambiarlas. El recambio de una prótesis es un procedimiento por el cual cambiamos, bien uno de los componentes o bien la totalidad de la prótesis.
Las causas más frecuentes que obligan a un recambio de prótesis de cadera son tres: