Psicologia Salas preguntó sobre
Medicina Familiar y Comunitaria
LIBIDO FEMENINA: CÓMO AUMENTAR TUS GANAS DE…
“Los hombres siempre más ganas que nosotras”, “No tengo tanto deseo como él”, “Qué pereza hacer el amor ahora”… son expresiones comunes con las que nos podemos encontrar en nuestro entorno más cercano con parejas, pero… ¿son realmente ciertas?
Según un estudio publicado en la revista Journal of Sex & Marital Therapy por Sarah Murray y Robin Milhausen, de la Universidad de Ontario (Canadá), “Cuanto más tiempo pasa una mujer en una relación, menos deseo sexual siente”, algo que no ocurre en los hombres donde su libido permanece inalterable.
Pero, ¿por qué nos ocurre esto?
Las causas pueden ser tan variadas como mujeres en el planeta hay, pero las más generales y comunes pueden ser:
a) Origen orgánico/ fisiológico: alcohol, consumo de drogas, algunos medicamentos, problemas endocrinos,…
b) Origen psicológico: estrés, baja autoestima, timidez, problemas que afecten de otras áreas (familiares, de pareja, en el trabajo,…), miedo a que salga mal, dolores, monotonía, ira, períodos de altibajos emocionales, períodos de abstinencia sexual, luchas de poder entre la pareja, miedo,…
Saber la posible causa nos ayuda para resolver la falta de ganas de… aunque no siempre la conocemos, simplemente es “no me apetece”.
Mi objetivo aquí es darte unas pautas generales de recomendaciones para que puedas mejorar tu actividad sexual pero si el problema no mejora, lo ideal es acudir a un profesional médico que descarte alguna alteración orgánica y después a un profesional experto en sexología para que juntos podáis trabajar en mejorarlo. Aunque aquí viene la parte positiva: siempre tiene solución, sólo debes querer encontrarla.
Las principales recomendaciones, de la mano de la experta Helen Kaplan, son tiempo, fantasía y amor.
Tiempo. Hacer el amor no es algo de minutos, hay que disfrutar haciéndolo y practicándolo, de ahí que sean tan importantes los juegos sexuales previos al coito. Extender el tiempo dedicado a los besos y las caricias por todo el cuerpo, descubriéndose, entregándose el uno al otro.
Fantasía. No es solo dedicarse tiempo a esperar que el deseo aparezca, es experimentar con qué disfrutamos más y hacemos disfrutar, jugar con los sentidos, fantasear con escenas eróticas, pensar previamente qué nos gustaría hacer y que nos hagan y planteárselo a la pareja, emplear juguetes sexuales, dejarse llevar por la imaginación.
Amor. No es solo tener tiempo libre, ser creativo y tener fantasías, es también sentir amor por la persona que tenemos delante y con quien vamos a estar ese tiempo. Sin este ingrediente, la receta no sale bien.
Aun así algunos consejillos de por dónde puede atacarte sexualmente tu pareja: algunas de las zonas erógenas en la mujer son los besos en el cuello, senos, área alrededor del ombligo, las caricias por todo el cuerpo, espalda principalmente, muslos y como parte esencial, el clítoris.
En resumen, la mayor recomendación es primero hablar abiertamente con tu pareja, expresar lo que te gusta, lo que necesitas y cómo podríais ponerlo en práctica. Una vez en marcha, dejarse llevar sin miedos ni tapujos, ser creativo, dedicándoos el tiempo que necesitéis, disfrutando y experimentando. Daros también un tiempo de disfrute para no caer en el “no egoísmo”, acordar cuando uno deja de estar haciendo disfrutar al otro para evitar así el dejar de pensar en ti para atender a las necesidades del otro, lo que nos impide realmente de disfrutar del placer.
Y por último, practicar, practicar, practicar,… el sexo llama al sexo.
08 de mayo de 2015 Comentar