Cuando empecé la reproducción era más un consuelo para las parejas y los tratamientos no eran tan efectivos como lo son hoy. Podíamos mejorar las posibilidades de nuestras pacientes, pero a un precio excesivo con riesgo de embarazo múltiple y de hiperestimulación ovárica. Y con eso hemos terminado y podemos estar orgullosos.
Joaquín Llácer es Licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Valencia, especialista en obstetricia y ginecología, y Doctor en medicina por la Universidad Miguel Hernandez de Elche. Formó parte del equipo de ginecólogos del Instituto Bernabeu desde el año 1995, hasta 2021
Desde siempre me he sentido atraído por el principio de la vida y la reproducción. Me atrae la biología y sobre todo la relación con la genética y la ingeniería genética. Considero que me he realizado porque he vivido durante mi etapa profesional enormes cambios, he asistido al nacimiento de una nueva ciencia que ha revolucionado todos los aspectos.Cuando empecé la reproducción era más un consuelo para las parejas y los tratamientos no eran tan efectivos como lo son hoy.
Cuando empecé podíamos mejorar las posibilidades de nuestras pacientes, pero a un precio excesivo con riesgo de embarazo múltiple y de hiperestimulación ovárica. Y con eso hemos terminado y podemos estar orgullosos. Es una técnica que en el futuro va a ser más segura que la concepción natural. Los avances en genética van a hacer que tengamos más seguridad genética del recién nacido. Hemos asistido a un cambio muy importante en cuanto a eficacia y seguridad.
Cada paciente es un reto. A pesar de todo lo avanzado, cuando se soluciona un problema piensas en solucionar otro. Ahora los resultados se producen con mujeres de edad avanzada y ahí entra el rejuvenecimiento ovárico con estudios a nivel experimental y son esperanzadores. Esto significa que el reto es que la mujer que llega por encima de 40 años en plenitud profesional, laboral y de salud pueda también tener hijos y hay que ponerse a la altura.
La edad es un aspecto que condiciona el pronóstico. Los resultados son óptimos con las técnicas actuales, claramente satisfactorios en mujeres jóvenes, pero desalentadores en las de mayor edad. No somos conscientes de esa caducidad de la fertilidad y por eso modestamente luchamos en la concienciación y en un concepto, la planificación familiar pro fertilidad.
Recuerdo perfectamente mi primera beta positiva y las actuales me producen la misma ilusión que aquella primera. Mi objetivo fundamental es que las parejas solucionen su problema.
Los médicos no podemos estar ajenos e intentamos disminuir ese estrés. Sabemos que va a pasar por distintas fases. Por eso en Instituto Bernabeu hay un apoyo psicológico para ayudar a manejar el estrés adecuadamente. Si se puede tener herramientas mucho mejor. La experiencia da un añadido para entender las situaciones y saber qué necesita la pareja.
Un médico se considera completo cuando tiene conocimientos, ve pacientes e investiga. Y trabajar en Instituto Bernabeu me ha permitido desarrollarme en esos tres aspectos.
Este es un trabajo estresante ya que convives con el sufrimiento de nuestros pacientes, porque somos especialistas en casos difíciles. En Instituto Bernabeu trabajamos a la vanguardia y eso hace muy difícil sentirse “quemado”. Estás en un congreso y a los tres días pueden implementar los avances en nuestros pacientes. En otros sitios el funcionamiento es más burocrático.