El pasado 4 de octubre La Clínica Victoria Rey y su Fundación organizan el II Encuentro de Fertilidad y Ginecología de Vanguardia en Sevilla. En esta entrevista la Dra. Victoria Rey responde a cuestiones que se plantearon en ese interesante evento.
La mujer con problemas de fertilidad que sufre un aborto necesita especial atención desde el punto de vista emocional, así como un tratamiento muy cuidadoso del útero y estudio de las posibles causas de la interrupción de la gestación. Por ello, cuando se produce un aborto, se recomienda:
El estudio en sangre materna de los restos abortivos está indicado en cualquier aborto, sobre todo si ha habido más de uno. El estudio debe hacerse antes de que se expulsen los restos abortivos y nos informará de los cromosomas del embrión/feto, cuya alteración es la principal causa de aborto. El conocimiento de esta causa ayudará a resolver el problema de fertilidad de la mujer con mucha mayor rapidez y efectividad que si no se tiene ese diagnóstico.
La regeneración del endometrio consiste en la aplicación de plasma rico en plaquetas en el interior de la cavidad del útero. La generación de factores de crecimiento conseguirá que el endometrio crezca con mayor vitalidad y sin radicales libres, mejorando la receptividad del mismo. Un endometrio tratado con plasma rico en plaquetas conseguirá una mayor tasa de embarazo.
Los miomas uterinos afectan a la entrada sanguínea del músculo del útero y del endometrio, afectando a la vascularización del embrión, provocando al mismo tiempo una reacción inflamatoria que afecta a la receptividad embrionaria.
El tratamiento de miomas por radiofrecuencia consiste en quemar el mioma, necrosarlo e inactivarlo. El sistema inmune lo va absorbiendo y el mioma disminuye de volumen. La técnica de radiofrecuencia VRey es un procedimiento mínimamente invasivo, se realiza por vía vaginal, no requiere anestesia general y no deja cicatriz en el útero. La aplicación de radiofrecuencia en el interior del mioma lo inactiva rápidamente, permitiendo el embarazo normal posteriormente.
El test de receptividad es un estudio que se realiza en el endometrio o capa interna del útero. Con frecuencia, el embarazo no se produce porque el útero tiene alguna alteración en el endometrio. Este tipo de anomalías no puede diagnosticarse en ecografía ni ninguna prueba de imagen. Tras la preparación hormonal del endometrio con estrógenos (oral o en parches) y progesterona en óvulos, se toma una pequeña muestra de endometrio en consulta, mediante una técnica no dolorosa. El estudio genético y biomolecular de la muestra informará de la ventana de implantación correcta, la microbiota o composición bacteriana y la capacidad de respuesta inmunológica al contacto con el embrión. El conocimiento que aporta el test de receptividad permite la personalización de la transferencia embrionaria, mejora las tasas de embarazo y disminuye la posibilidad de aborto tras fecundación in vitro.
A partir de los 35 años la calidad de los óvulos disminuye, deteriorándose de forma importante a partir de los 40 años. La disminución de la reserva ovárica es la primera causa de infertilidad. La disminución de la calidad de los óvulos hace que la capacidad de la fecundación in vitro de conseguir embarazo también sea menor. El tratamiento de rejuvenecimiento ovárico es el mayor avance en el tratamiento de fecundación in vitro en mujeres de edad avanzada. Esta terapia biológica aplicada en el interior del ovario utiliza un preparado de plasma rico en plaquetas que se obtiene de la sangre de la propia mujer. Los resultados están siendo cada vez más esperanzadores y se han conseguido embarazos en mujeres con un bajo pronóstico reproductivo.