Rinobactil es un medicamento que se administra de forma oral, en forma de cápsulas, y forma parte de los antihistamínicos sistémicos, es decir, de aquellos medicamentos que ayudan a reducir alergias. Su uso se recomienda para tratar rinitis, ya sea vasomotora, alérgica o la que se acompaña al resfriado común.
Rinobactil no debe tomarse en caso de embarazo o lactancia, o si se tiene alergia a alguno de sus compomentes, tampoco en pacientes con retención de orina, glaucoma de ángulo estrecho, hipertirodismo o insuficiencia arterial; tampoco si ha ingerido inhibidores de la monoaminooxidasa.
Este medicamento puede influir en las pruebas de alergia cutáneas, así que se recomiendo que no se realicen hasta después de siete días de haber dejado de tomarlo. Atención en deportistas, ya que puede dar un resultado positivo en control de doping.
En caso de ingesta de otros medicamentos es necesario consultar con el médico, ya que produce efectos secundarios con antidepresivos, del tipo IMAO, con fenilefrina, etilefrina, metoxamina y fenilpropanolamina, así como con nafazolina, entre otros simpaticomiméticos; también con antihipertensivos, como bisoprolol, acebutolol, metoprolol, entre otros.
En cuanto a los efectos adversos, se pueden dar pero no ocurre a todas las personas; en las pruebas fueron débiles y se solucionaron de forma espontánea, entre los que más aparecen está el mareo, dolor de cabeza, naúseas, somnolencia, decaimiento, sequedad de boca, dolor de faringe; es más raro que se de insomnio, vómitos, excitabilidad, diarrea, taquicardia, estreñimiento o palpitaciones.
Cualquier anomalía, se recomienda la consulta con el especialista.
Contraindicado: Embarazo, Lactancia, Lactante/niño
Precauciones: Capacidad de conducción, Insuficiencia cardiaca, Insuficiencia hepática, Hipertiroidismo