Como su propio nombre indica, la fractura distal del radio es una fractura del radio, el hueso más grande que va del codo a la muñeca, si bien tiene una peculiaridad. En concreto, se denomina fractura distal del radio cuando ésta se produce en una zona cercana a la muñeca.
Esta proximidad es la que explica que a este tipo de fractura se le suela denominar fractura de muñeca. Es decir, podemos oír de forma habitual que se trata de una muñeca rota, aunque esta denominación no es exacta y, en todo caso, nos dice lo suficiente sobre sus características. Será el especialista quien realice el diagnóstico, entre otras valoraciones, teniendo en cuenta si se trata de una fractura cerrada o abierta, en cuyo caso el hueso perfora la piel y existirá riesgo de infección.
Las caídas son las causas más comunes de la fractura distal del radio. Bien sea por un tropiezo o por una caída que suponga un fuerte impacto, en particular cuando la misma se produce con el brazo extendido. Lógicamente, si el paciente padece osteoporosis o alguna otra condición que suponga una especial vulnerabilidad de esta parte de la anatomía, la fractura será más probable.
Incluso cuando la caída no sea importante, debido a la fragilidad de los huesos. Sea como fuere, de cara a la prevención puede ayudar el uso de protectores de muñeca y, una vez producida, tengamos en cuenta que la clasificación de la fractura es importante a la hora de definir un diagnóstico, ya que el tratamiento dependerá en gran parte de la misma.
En cuanto a los síntomas, además del dolor local y no poder mover la muñeca o la mano, así como hacerlo con dificultad, dislocación y también deformación. Se trata de una lesión que requiere un tratamiento urgente, sobre todo cuando es muy dolorosa y la muñeca se torna insensible y/o se deforma.
El diagnóstico implica desde un examen físico y preguntas sobre el episodio relativo a la fractura hasta la revisión del historial y la realización de pruebas de imagen para identificar la fractura, determinar su gravedad y características, como posible desplazamiento y daños a ligamentos y tendones.
Una vez diagnosticado se determinará el tratamiento, que suele implicar la inmovilización, aunque en ocasiones se ha de recurrir a la cirugía. Todo dependerá de la gravedad y complejidad de la fractura, así como del perfil del paciente, por lo que se tendrán en cuenta muy distintos factores a la hora de determinar un tratamiento quirúrgico o no.
Si se ha optado por un tratamiento no quirúrgico para tratar la fractura de radio distal, tras retirar la férula o el yeso deben realizarse ejercicios de rehabilitación adaptados a cada paciente, en función de sus actividades cotidianas y estado. El objetivo, en todos los casos, será recuperar la funcionalidad, tanto a nivel de fuerza como de movilidad. La recuperación de la normalidad no será fácil ni rápida, pero si se realiza la transición de forma adecuada, tanto a nivel médico como de implicación del paciente, por lo general la recuperación será completa.
Si se ha pasado por quirófano, el tratamiento posterior y recuperación dependerán en gran medida de las alternativas elegidas a la hora de intervenir, así como de la gravedad y características de la fractura. Por lo tanto, es difícil generalizar. En cualquier caso, quedémonos con un concepto general: las fracturas distales del radio pueden ser muy distintas, con lo que los tratamientos también se adaptarán a las diferentes tipologías y particularidades de cada paciente. Por lo tanto, tanto las primeras medidas como el manejo del dolor, la rehabilitación y vuelta a las actividades diarias dependerá de lo determinado por el especialista para cada caso.
Etiquetado en: Traumatólogo Fracturas