Como es fácil adivinar, una fractura de tobillo implica una rotura ósea, si bien ésta puede ser total o también parcial. Asimismo, la fractura puede ser simple o múltiple, así como abierta, así como tratarse de un esguince, por lo que no es posible identificar la lesión de forma sencilla e inequívoca. No, al menos, sin realizar las necesarias pruebas médicas, además de contar con la experiencia profesional.
Sin embargo, es posible sacar acertadas conclusiones al respecto por nosotros mismos. En este artículo vamos a ver cuáles son los principales síntomas, centrándonos en los más fáciles de detectar, además de tener en cuenta una serie de circunstancias habituales que suelen acompañar a una fractura en tobillo.
Cómo saber si hay fractura de tobillo
A la hora de plantearnos cómo saber si tengo fractura de tobillo, tengamos presente que un tobillo se compone de tres huesos en su articulación. Sin embargo, por lo general, la fractura del tobillo que afecta solo a la parte superior de la articulación es una fractura simple que no suele complicarse.
En caso de complicarse, puede afectar a los vasos y a los nervios, si bien no es habitual que se trate de una fractura compleja en este caso. En cuanto a los síntomas más evidentes, se produce una hinchazón de forma rápida, aunque puede deberse a un esguince, y el pie no puede sostener el peso del cuerpo. Es decir, visualmente, es incapaz o tiene grandes dificultades para seguir el movimiento de la pierna, por lo que éste queda hacia afuera o hacia adentro con respecto a la misma.
El paciente no podrá mantenerse de pie prácticamente y sentirá un dolor vivo, pero la intensidad puede variar de uno a otro paciente, aunque normalmente éste se reduce con el reposo e incrementa cuando se intenta poner en movimiento o al moverse.
También puede producirse un cambio de coloración a nivel local, así como presentar una cierta deformidad, según se haya desplazado el hueso más o menos. Por otro lado, no solo es importante conocer los síntomas y las posibles causas de un tobillo fracturado, sino también aquellos que no lo son, aunque nos lo puedan parecer o, por ejemplo, las señales que, por mucho que nos hagan pensar en una rotura, realmente no lo sean. Un ejemplo es la típica sensación de oír o sentir un clic que, sin embargo, no siempre es sinónimo de fractura.
¿Identificas uno o varios factores de riesgo?
Otros tips que nos ayudan a responder a la cuestión de cómo saber si es fractura de tobillo se relacionan con los factores de riesgo, en especial para considerarlos como elementos añadidos, que nos ayuden a llegar a una conclusión. Entre ellos, el sobrepeso, la participación en deportes de alto impacto o padecer condiciones médicas como la osteoporosis o neuropatía periféricas, que afectan sobre todo a manos y pies.
La suma de síntomas e indicadores serán, en definitiva, los que nos ayudarán a determinar si tenemos una fractura de tobillo. El especialista, por su parte, realizará el diagnóstico tras hacer una serie de preguntas al paciente y un examen de reconocimiento con las manos, seguido de una o varias radiografías. Con ello logrará no solo diagnosticar una fractura de tobillo, en caso de padecerse, sino también determinar su gravedad, clave a la hora de establecer un tratamiento.
Huelga decir, lógicamente, que la atención médica es esencial para su curación y evitar posibles complicaciones, así como acudir lo más pronto posible a recibirla. No en vano, se trata de una urgencia, por lo que se precisa de una rápida intervención para no acabar comprometiendo la estabilidad del paciente a la hora de caminar o incluso de permanecer de pie.
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