En la Universidad de Granada un equipo del CIMCYC, Centro de investigación Mente, Cerebro y Comportamiento han presentado información sobre cómo afecta el perdón en las relaciones personales y han comprobado que si repara la relación pero que no conlleva necesariamente la reconciliación entre las partes y una mejora consolidada del vínculo.
La investigación se llevo a cabo en una primera parte con 101 estudiantes universitarios con un porcentaje de 78% mujeres aproximadamente y el resto hombres con una media de edad total de ambo de unos 21 años. Se analizaron diferentes tipos de situaciones negativas que se pueden dar en relaciones de amistad y de pareja y el impacto en función del tipo. Como conductas inadecuadas relacionadas con la pareja las indicadas fueron: mentiras, desprecios o insultos (47%), infidelidad (33,3%), celos-posesión (14,6%) y desconfianza (10,4%).
Las situaciones asociadas a la amistad fueron igualmente mentiras, desprecios (49%), traición de confianza (32.7%) y celos o posesión (18,3%)
La conducta inadecuada interpretada de mayor impacto fue la infidelidad. Los autores del estudio reconocen que perdonar o no al ofensor depende del contexto de la relación y el vínculo que tengan entre ellos y las necesidades psicológicas personales de aquella que tiene que dar el paso de perdonar. Las expectativas que se suelen poner en la otra persona también hacen que el nivel de decepción y de asunción de la infidelidad sea mayor o menor.
Se considera importante seguir avanzando en este tipo de parámetros porque modificar estos procesos puede generar, como consideran las autoras, pautas más saludables en pareja, un mejor funcionamiento psicológico general y unas relaciones sociales más fortalecidas.
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